Recuerdos - Capítulo 2

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Decidí pensar en todo lo que había pasado aunque eso me causara dolor y empezara a llorar de nuevo. Aunque empezara ese dolor agudo en el pecho de nuevo.

Quería hacerlo, tal vez así encontrara algo, lo que sea, cualquier indicio de que he malinterpretado algo, de que él no hizo lo que pienso.

Me desperté temprano, era jueves, mi día libre.

Estaba ilusionada, era mi aniversario, llevaba dos años saliendo con Richard. Esperaba alguna sorpresa suya, una carta o un mensaje. Nada.

No me desanimé ya que seguro que tenía algo preparado para mi.

Fuí a la cocina. Yo vivía sola en una pequeña casa en Wisconsin. Trabajaba en una tienda de ropa para pagarme los estudios. Me gustaba mi trabajo, el ayudar a las chicas a encontrar su vestido ideal... me reconfortaba.

- ¡Buenos días! - Saludé con entusiasmo a mi perrita Daisy.

Mientras desayunaba me llegó un mensaje de Richard:

- Felicidades preciosa

- Felicidades mi amor

- Esta tarde te recojo a las 19:45, tengo una sorpresa

- Allí estaré

Me ilusioné tanto que no pude quitarme la sonrrisa de la cara en toda la mañana.

Llamé a Melanie para ir esa misma mañana al centro comercial para comprarme algo especial que impresionara a Richard.

Cogí el coche y me dirigí allí lo más rápido posible.

Encontré a Melanie sentada en un banco esperandome al lado de nuestra tienda favorita. Me vió y se levantó corriendo a darme un abrazo.

Ella era alta y delgada con el pelo rubio y ondulado. Tenía los ojos color miel y las facciones de la cara definidas. Llevaba unos pantalones blancos, un jersey beis remangado y unos botines marrones con algo de cuña.

- ¡Hola! - Me gritó como si no la hubiera visto. Nos abrazamos.

- ¿Qué tal? - Le pregunté.

- Genial, ¿estarás ilusionada no?- Me preguntó como si no supiera la respuesta.

- ¡Claro que si! - Le contesté con toda la ilusión acomulada que tenía.

Fuimos a comprar a las mejores tiendas sin importarnos cuanto gastar.

Por el camino decidimos pasarnos por el restaurante en el que Richard trabajaba para darle una sorpresa. Le preguntamos a su jefe dónde estaba y nos respondió que se había tomado el día libre. Al principio me extrañé pero enseguida Melanie me convenció de que lo habría hecho para prepararme la sorpresa.

Al ir a salir del centro comercial vimos a Richard a lo lejos y fui corriendo a darle un beso. Justo antes de llegar me dí cuenta de que estaba abrazado con una chica. Me paré inmediatamente y me escondí detrás de una columna.

Melanie vino corriendo hacia mi.

Me quedé en estado de shock.

Le pedí a Melanie que fuera y que le preguntara quién es.

Melanie asintió y se acercó de la forma más normal que pudo.

Les oía desde allí:

- ¡Hola Richard! - Les saludó Melanie. Se separaron en cuanto la oyeron.

- Hola Melanie, ¿qué haces aquí?- Le preguntó Richard.

- De compras - Responde señalando las bolsas que lleva en la mano.

Olvidame...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora