E L E V E N.

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A la semana siguiente, Hyunjin estaba desesperado.

Ni el baile ni absolutamente nada lograba despejarlo, estaba ansioso y nervioso.

Llevaba una maldita semana sin siquiera hacer contacto visual con Seungmin, y le dolía infiernos.

Tuvo toda esa semana para pensar y realmente se dio cuenta de que le gustaba demasiado el pelirrojo aunque no quisiese, y eso lo estaba sacando de quicio.

Veía a Seungmin en clase, en los pasillos, en la cafetería...hasta pisó un día la biblioteca para buscarlo aunque solo fuese a conseguir ser ignorado.

Él ni siquiera sabía que había hecho mal aparte de ese estúpido mensaje, y que conste que había intentado disculparse antes de que el menor le atacase.

Hyunjin echaba de menos al pelirrojo, pero el otro simplemente cambiaba de rumbo cada vez que lo veía, e incluso los tres chicos habían dejado de ir a la cafetería, por lo que ni verlo a la distancia podía.

Ese día, llovía a mares, desde temprano en la mañana, y en las calles la gente corría despvorida bajo sus paraguas.

Hyunjin amaba la lluvia, le relajaba, y él iba tranquilo, con su paraguas y música calmada, disfrutando de su camino al instituto.

Llegó y se encontró con Changbin con su capucha negra puesta esperando en la entrada cubierta del instituto, y Minho a su lado mirando el móvil con cara de circunstancias.

-Buenos días-sonrió levememte cerrando su paraguas y quitándose los cascos, sacando el mechero y el paquete de cigarrillos para fumar.

-¿Buenos?-preguntó Changbin cogiendo uno de los cigarrillos que le ofrecía el alto-Lo serán sólo para ti, Hwang. Creo que eres la única persona en este mundo que conozco que diga buenos días con este temporal.

-La lluvia es relajante, y muy bonita-Hyunjin expulsó el humo tranquilamente.

Changbin bufó.

-No seas tan amargado, Bin-dijo Minho, guardando su teléfono.

-Hace nada estábais deprimidos porque la ardilla y el rayito de sol no os hablaban, ¿y ahora me venís con que no sea un amargado?-Changbin puso cara de incredulidad.

-Hay que aprovechar la vida, Changbinnie-sonrió Hyunjin, apagando su cigarrillo, a la vez que el bajo.

-No hay quién os entienda-rodó los ojos Changbin, mientras los tres entraban al instituto.

× × ×

Por la tarde, a Hyunjin lo habían encargado ayudar en el club de artes por una razón que no llegó a entender, pero aún así tenía que hacerlo.

Así que despidió de Changbin y Minho y procedió a ir al club de artes.

Al final, pasó toda la tarde arreglando el salón ya que al día siguiente no había clases y a él no le importaba.

Una vez terminado todo, Wonpil, que era el encargado del club, vio la hora y se disculpó mil veces con Hyunjin por robarle toda la tarde, a lo que él respondía que no era molestia y que no se disculpase.

Wonpil se fue haciendo reverencias, alegando que lo sentía y que él también llegaba tarde a cualquier parte.

Hyunjin rió y salió del club de artes, cerrando y disponiéndose a irse.

Estaba en los casilleros sacando su paraguas cuando escuchó unas quejas y murmullos molestos de una voz que se le hacía familar.

Hyunjin miró por el sitio y vio a cierto pelirrojo rebuscando en su casillero, con actitud molesta.

Disimuladamente se acercó a él, no queriendo recibir más comentarios hostiles, aunque secretamente estaba flipando por estar tan cerca del menor después de toda esa semana de infierno.

-Maldita sea, ¿dónde se supone que está? Yo lo traje y le dije a Jisung que no lo tocase-Seugmin parecía realmente desesperado-¿Cómo se supone que vaya a casa con la que está cayendo?-El pelirrojo murmuraba para sí mismo, sin darse cuenta de la presencia de Hyunjin a unos casilleros del suyo.

-¿Qué buscas?-se atrevió a preguntar Hyunjin, sin mirarlo, no fuese a asestarle un golpe o algo.

-Mi paraguas, el idiota de Jisung tuvo que haberlo cogido-respondió Seugmin casi sin darle importancia a con quién estaba hablando y simplemente quejándose.

-¿Te acompaño?-dijo sacando el paraguas de detrás de la puerta del casillero, y asomando levemente su cabeza.

Hyunjin se esperaba un golpe.

-¿Hwang?-Seungmin sonaba sorprendido pero no tan molesto como creía el alto que estaría la próxima vez que le dirigiese la palabra.

Hyunjin se atrevió a mirar al pelirrojo.

-Ugh, vale, si, gracias-dijo Seungmin cerrando el casillero y cargándose la mochila al hombro.

-¿E-en serio?-Hyunjin estaba en shock.

-Sí, osea, además es algo en mi beneficio, ¿por qué eres tú el que suena tan sorprendido?

Porque la última vez que hablamos hace una semana por poco no me arrancas la cabeza, pensó Hyunjin, pero se mordió el labio en su lugar.

-No importa, sólo vamos, estoy cansado-dijo Seungmin.

Él también estaba un poco emocionado por dentro al volver a hablar con el alto después de esa semana, aún estaba molesto pero lo había echado de menos.

Hyunjin sonrió y ambos salieron juntos del instituto.

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No me maten, lo siento mucho, pero me bloqueé con esta historia :(

LUCKY STRIKE @ 𝐡𝐡𝐣 + 𝐤𝐬𝐦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora