Capítulo n°8

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ZED

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ZED


Se supone que debería estar emocionada o algo por el estilo, pero no, no puedo. Luego de lo sucedido con Mónica ni siquiera pude pegar en ojo en toda la maldita noche. Dios, creo que moriré a temprana edad. Hoy sería la estupenda fiesta de Elián, quien invitó a todos mis amigos, incluyendo a Mónica, y debería empezar a vestirme. Key dijo que pasaría por mí en media hora y no creo que llegue a vestirme.

Suspiro sonoramente y sigo acostada mirando el techo, mi único entretenimiento. Siempre ayudo a que mis pensamientos fluyan sin problema.

Escucho pasos del otro lado de la puerta, en el pasillo, y luego se escuchan pequeños golpecitos en la puerta.

―Pase. ―Digo incorporándome.

Veo entrar a Key. Por un momento me asusto y miro la hora por el teléfono, pero me calmo al saber que aún hay tiempo.

―Hey, ¿qué haces? ―dice cerrando la puerta tras su espalda, y camina hacia mí.

―Nada.

―Te noto rara ―se sienta a mi lado.

―No, ¿por qué lo estaría?

―Ay, pequeña Zeddy. Si piensas que no te conozco, luego de once años sin vernos, estás loca. Cuéntame ―sonrío por su tono autoritario, pero aún así no hago más que silencio―. Zed, si no me cuentas juro que insistiré ―la desafío sonriendo―. Bien, tú te lo buscaste.

De repente, Key toma de mis pies y me arrastra de mi cama. Un chillido sale de mi garganta, me lo ha dado de sorpresa. Luego de tirarme de la cama, toma una almohada y comienza a golpearme con ella. No entiendo su táctica de hacerme hablar, pero pronto comenzamos una guerra de almohadas. Entre risas y pequeños gritos, nos sentamos en mi cama nuevamente, pero con las respiraciones agitadas.

―Hace mucho no jugaba contigo ―habla Key.

―Once años.

―Te odio, pero te quiero a la vez. ¿Es lógico?

―Bueno... si te lo contaré. Pero prométeme que no te enfadarás ni nada.

―Eso suena inalcanzable.

Respiro una vez más y me atrevo a contarle la pequeña advertencia de Mónica. Key no dice nada, solo queda callada por algunos segundos, para luego comenzar a gritar.

―¡Yo sabía que haría algo así, lo sabía! ¡Ya verá cuando tome de su cabellera rubia!, ¡le arrancaré pelo por pelo!

―Cálmate, Key.

―¡Te juro que la odio! ¡Aún no entiendo que ve Alex en ella! Maldito el día en que la conoció ―camina alrededor de la habitación, hasta que le da otro arrebato―. Bien, está vez si me vengaré ¡Iré y le romperé su maldita nariz!

―¡No! ―grito y me interpongo en su camino. Quedo quieta trabando la puerta.

―Zed, quítate. Aquí habrá un asesinato.

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⏰ Última actualización: Apr 08, 2023 ⏰

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