Soy parte de un camino. La rama de un árbol gigante.
A través de anécdotas de mesa, y un poco de investigación, aquí plasmo la historia de mi familia, desde lo más antiguo que he logrado encontrar.
de Noviembre de 19En la historia familiar se cuenta como casi una leyenda que por los años de la revolución, un caballero, (al que por cuestiones de generaciones y que nadie precise su nombre real lo llamaré "Tata Cisneros"), decide unirse a la revolución y todo sale terriblemente mal. Es la historia más antigua de mi estirpe paterna, donde considero que comenzó la cuenta regresiva para el día de mi nacimiento. El Tata Cisneros, se cuenta era una persona de dinero en Durango.
El Tata Cisneros siendo un "hombre muy hombre", de buenas costumbres, con una esposa y cuatro hijos, en las épocas de la de la revolución decidió salir de casa para unirse a la lucha por la justicia y la libertad, uniéndose a las batallas de Villa, deseando lo mejor para su familia y de su país, con un montón de sueños en el corazón y una caravina en la mano salió de casa para unirse a las filas de los revolucionarios Febrero de 1911 para la toma de la población de Cuencamé, bajo el mando de Calixto Contreras y Braulio Machado.
Sin embargo la guerra es implacable y todo se paga con sangre ¿Qué maldición se habrá puesto sobre el linaje Cisneros para que los descendientes del Tata fuésemos tan desdichados? ¿Por qué se nos ha castigado desde que Tata buscara la liberación y la justicia de su nación?
Tata Cisneros dejó a una viuda y cuatro hijos sin padre a su suerte.
Al poco tiempo la viuda, a pesar de sus esfuerzos en criar rectamente a sus hijos y de mantener una familia digna, murió de tristeza, convirtiendo a dos jóvenes y dos niños huérfanos. Y dejando propiedades sin testamentos a la buena voluntad de sus hijos más grandes. Sin embargo la ambición no reconoce vínculos fraternos y ambos hijos, en un duelo como caballeros se quitaron la vida mutuamente.
¡Cruel destino para los hijos menores! El Gobierno estatal decide poner en venta las propiedades del Tata Cisneros y a los dos pequeños junto con ésta. La tarde es triste, hay demasiado sol y el calor seco que hace al representante del presidente del municipio limpiarse constantemente con un pañuelo mientras hace contrato con un ferrocarrilero, que luego de haber ahorrado mucho tenía lo suficiente como para comprar los bienes del Tata. Le presentan a los chamacos, a los que no les muestra mucha atención. Él ahora tenía una casa para su propia esposa e hijos.
Antes de instalarse por completo, tiene trabajo. Transportar una carga desde Torreón hasta Aguascalientes, y sin tiempo de regresar a casa para dar las buenas noticias a su familia, monta a los niños en un vagón y comienza a llevar la carga.
Los niños están asustados y tristes, lo han perdido todo en poco más de un año. Su padre, su familia, su casa... Ahora están a merced del destino.
-Tenemos que hacer algo. Ahí nos van a terminar por matar de hambre.
Afirma el más grande, con apenas 10 años.
-Tienes razón, pero ¿Qué le hacemos?
-Vamos a saltar del tren. ¡Debemos buscar sobrevivir más allá de sólo dejarnos ir por lo que los demás hagan!
El hijo más grande está decidido, no quiere dejarse ir con la corriente ¡No es lo que los Cisneros hacen! Tomamos al toro por los cuernos y lo llevamos a donde nosotros digamos.
Esperan a encontrar algún cruce, para que el tren bajara la velocidad y no murieran al saltar. Su suerte la encuentran cuando pasan por Zacatecas. El niño más grande queda con su hermano que saltarán a la cuenta de tres y sucede. El tren baja la velocidad lo suficiente como para saltar.
-¡UNO! ¡DOS! ¡TRES!
El más grande se revuelca en el polvo y siente dolor de las raspaduras causadas por su caída. Se incorpora lo más rápido que puede y busca a su hermano menor con alegría. ¡Terrible desencanto fue para él ver el vagón alejarse con el rostro de su hermano asomándose! Tristeza y rabia le corren por las venas.
- ¿QUÉ HACES? ¡SALTA!
Le grita desde donde está, revolviendo las manos.
-NO PUEDO, PERDÓNAME HERMANO.
Lo último que ve el hijo más grande es una mano de despedida y el polvo delvantado del tren que se aleja.
Jamás hemos sabido de lo que fue del hermano que se quedó en el tren. Aquí escribe el descendiente del que saltó del tren.
El nieto del que por ahora llamaremos. Señor Cisneros, bisabuelo y ahora, sobreviviente de su propia vida.
Pero esa es historia de otro capítulo.
...
HOLA!
Ya sé, desaparezco mucho rato, pero entre recolectar información y luego verificarla y la universidad no he podido sentarme a éscribir, además de que lo que aquí escribo es mera tradición oral y se cuenta poco en la familia, sin embargo hice ya en si varia correcciones históricamente más precisas antes de aclarar en éstas explicaciones sobre cómo se cuenta la historia en la familia y cómo corresponde a hechos o datos documentados.
Originalmente se cuenta que la hacienda del Tata estaba en Zacatecas, sin embargo toda la historia de su hijo se desarrolla en Sombrerete que está en Zacatecas mismo, y por diferentes cuestiones y un viaje descubrí que el apellido "Cisneros" Abunda en Durango, además de afirmaciones de los habitantes de Sombrerete que dicen que tengo (y mi papá) Más cara de Duranguense, además de haber revisado las rutas ferrocarrileras en los tiempos de Porfirio Díaz, y de cómo pudo haber sido el viaje del hijo que saltó del tren.
Acá les dejo un mapa de dónde cruzaban y de dónde creo que saltó y cómo llegó a Sombrerete. NO les dejo más Spoilers para retomar el escribir ésta historia. ¡Saludos a todos! Y gracias por seguirme :D
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Y la información sobre la revolución en durango de ésta publicación que tiene citadas sus fuentes:
Martínez, J. (2012) "COAHUILA Y DURANGO CUNA DE LA REVOLUCIÒN MEXICANA"[Publicación de facebook] Recuperado de: https://www.facebook.com/notes/juan-martinez/coahuila-y-durango-cuna-de-la-revoluci%C3%B2n-mexicana/10151101343770009/
