|Advertencia: capítulo +18|
Era una noche bastante helada, una gran tormenta de nieve se avecinaba y según las noticias lo ideal era quedarse resguardado en casa, sin embargo, parecía que no todos habían entendido las recomendaciones, pues Jungkook se había mantenido toda la mañana rogándole a su madre que no fuese al trabajo, a lo cuál fue completamente ignorado por la mujer. Simplemente se encontraba recostado en su cama, esperando cualquier señal de su madre que le indicara que volvería a casa pronto, tal vez y con suerte podía convencer a su padre de irla a buscar.
Sus ojos estaban cansados, la película que la pantalla transmitía no le era lo suficientemente entretenida para mantenerse despierto, pero un grito desgarrador llego hasta sus oídos que no logro diferenciarlo entre la televisión y la vida real.
¿Provenía de afuera? Se cuestionaba el menor al ponerse de pie, pero apenas lograba ver hacia la calle, la cuál estaba en plena oscuridad, lo dudaba demasiado.
-¿Mika?- grito desde el pasillo esperando una respuesta por parte de su hermana, sin embargo, ninguna no llego.
Por un momento Jungkook imagino que había visto algún escarabajo, incluso algún ratón, pero aquel grito le había erizado la piel en segundos, que deducía que se trataba de algo grave.
-¿Papá?- pregunto nuevamente, pero ésta vez los nervios le carcomían.
-Todo está bien, hijo.- escucho a su padre gritar, pero ¿por que se escuchaba tan agitado?, incluso, su voz estaba entrecortada.
Tomando las palabras de su padre e intentando sentirse un poco más "tranquilo", camino nuevamente hacia el sillón, sin embargo, antes de poder tomar asiento nuevamente el estruendo de algo estrellándose llego a sus oídos, sin más corrió escaleras arriba.
Sabía que el ruido venía del cuarto de su hermana, incluso, estando cada vez más cerca podía escuchar su dulce voz emitiendo no más que gemidos llenos de dolor. Su mano tomo el picaporte y giro de éste encontrándose con la escena que viviría por siempre en su memoria.
Mika, su hermana mayor, se encontraba acorralada en suelo, sin ninguna prenda que pudiera cubrir su cuerpo, por encima de ella, su padre, el hombre que alguna vez admiro y amo sin duda.
Había vidrios esparcidos por gran parte del piso, entendió que su hermana le había estrellado el jarrón en la cabeza a su padre intentando escapar, lo cuál no había tenido éxito. Jungkook estaba en shock, por más que los gritos de su hermana pidiéndole ayuda rebotaban fuertemente en sus tímpanos, simplemente no podía moverse.
"Es un mal sueño, es una pesadilla de la cual no tardare en despertar" pensó el chico sintiendo las saladas lágrimas caer por sus mejillas, empapándole enseguida, apretó los ojos deseando que al abrirlos todo hubiese acabado, sin embargo, el puñetazo en su mandíbula lo hizo reaccionar.
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Perfect. |Taekook|
Teen FictionAquella noche la serpiente logro convencer a Adán de morder la manzana, desatando el pecado, la tentación y la obsesión del infierno, provocando que el mismo diablo descubriera el paraíso.