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La chica observó con detenimiento cada facción del muchacho, se veía tan sumido en sus pensamientos que nada de lo que sucediera a su alrededor lograría sacarlo de aquel universo. Hasta cierto punto le causaba preocupación aquel estado en el que se hallaba los ultimos días, tenía las sospechas de que algo sucedía, y quizás era algo no tan bueno.

Ella entró en el mismo estado que él mientras lo observaba, pensando en los posibles motivos de las miradas a la nada del chico.

—Oh, ___, estabas aquí.

La mirada fija de la muchacha logró traer de nuevo a este mundo a HyunJin, esta dio un pequeño brinco saliendo de su trance.

HyunJin le sonrió pero ella lo conocía lo suficiente como para saber que aquella no era una sonrisa del todo sincera; algo sucedía.

—Jinnie —llamó la muchacha mientras tomaba una mano del chico—¿Vas a contarme que te sucede?.

La sonrisa de HyunJin se fue borrando poco a poco y se vio forzado a bajar su mirada, no quería preocuparla, pero tampoco quería ser un exagerado aprensivo.

Las manos de la chica abrigaron las manos algo frías del muchacho, esa mañana hacía un frío viento que le erizaban los pelos.

Los pequeños ojos de HyunJin lucían apagados, no tenían ese brillo del cual ella era tan fanática.

—Mamá está algo rara —habló por fin luego de sentirse lo suficientemente seguro—, hace unos días la encontré llorando y lo hace todas las noches antes de dormir, no esta comiendo bien y me siento inútil de no poder hacer nada. Mamá y yo hemos perdido algo de confianza con el paso del tiempo.

La chica oyó atentamente cada palabra del chico y pudo sentir la misma preocupación de él, si algo así sucediera con su madre ella de seguro se encontraría en un estado similar o peor.

Dejó las manos del muchacho y llevó estas hasta el largo cuello contrario, haciendo fuerza lo atrajo a ella abrazandolo e intentado demostrarle que no estaba solo. Él se aferró con fuerza a ella sintiéndose tranquilo con la calidez que desprendía la sola presencia femenina.

¿Qué podían hacer ambos? No mucho en realidad.

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°
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—Tenemos que hacer algo —habló entre sollozos aferrándose más al cuerpo que secaba todas sus lágrimas.

El hombre la abrazaba intentando reconfortala y darle calma, pero todo parecía ser inútil, ella no había dejado de llorar en las dos últimas horas y no planeaba dejar de hacerlo hasta encontrar una solución.

—Yo no dejaré que nada les suceda —y aunque se lo repetía siempre ella sabia que él no podía hacer mucho si las cosas se salían de control, ni él ni nadie.

Los sollozos seguían y la fuerza del abrazo no había disminuido, él era capaz de morir solo por ella, él era capaz de arriesgar lo más valioso que tenía solo por ella.

Pero ahora parecía que nada era suficiente, él se sentía insuficiente e incapaz.

—HyunJin no puede enterarse, si él lo hace entonces va a odiarme, él va a odiarme —los sollozos no la dejaban hablar con claridad pero el tono de desesperación y angustia eran más que obvios.

—Juntos vamos a cuidarlo, nada le va a pasar a él ni a ti —las palabras dulces y protectoras no servían de mucho, tal vez solo le brindaban una seguridad que se desvanecía fácilmente con el recuerdo de la situación, ella necesitaba hacer algo.

—¿Y si quiere dinero? —levantó su mirada y abrió sus ojos, rojos por todo el llanto, llamando la atención del hombre; esperaba una afirmativa y reconfortadora aunque sabía muy bien que aquellas posibilidades eran muy escasas.

 DREAM AND NIGHTMARE  《 Hwang Hyunjin 》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora