Aclaración:
Los gatos tendrán diálogos escritos en cursivas, eso significa que Yui no los entenderá cuando les hable.
Los diálogos en el letra normal, son los sonidos que Yui escucha (los que escucharía cualquier humano).─── ∙ ~εïз~ ∙ ───
—Ya llegué- gritó la rubia haciendo eco en la estancia. Era normal que nadie le contestara, no vivía con ninguna persona que sea capaz de contestarle, en cambio la recibió el sonido de un vidrio rompiéndose seguido de maullidos.
Lejos de preocuparse, se dirigió a la cocina de donde provenía el bullicio.
-Tengo tarea que hacer- murmuró cansada mientras arrastraba sus pies.
No fue de sorpresa encontrarse a 5 de sus 13 gatos maullándose entre sí e intentar arañarse el uno al otro.
-Déjenme adivinar, Ayato, Kou y Laito, ¿no? -le preguntó al gato negro con lentes que estaba intentando poner orden. No teniendo mucho éxito, la verdad.
Un gato apareció con un escobillón en su hocico, se puso al lado del desastre de platos rotos y comenzó a barrer.
-Los voy a dejar en el jardín y no podrán entrar hasta la cena- con la amenaza dicha, se acercó para tomar a dos de los 3 gatos escandalosos. Claro, estos no iban a dejarse atrapar sin dar pelea.
-Tsk, humana, quién te dio el derecho de tocar el maravilloso pelaje de ore-sama- intentó arañar la mano descubierta de la rubia que se acercaba a su lomo.
-¡Ayato, detente ahora mismo!- maulló el gato con lentes erizándose por completo. Había sometido a los otros felinos que intentaban escapar- tienes merecido ser echado al jardín- movió sus orejas para luego mirar a los otros dos gatos que estaban hechos bolita debajo de él.
-Deberían mojarlos con la manguera- dijo el gato gris mientras seguía con su labor de barrer los trastos rotos.
Los gatos se erizaron de solo imaginar lo desagradable que sería sentir la fría sensación del agua corriendo por su pelaje.
-¡Ghiiiii!- se quejó Ayato al ser tirado por el pelaje de la nuca, no tuvo más opción que quedar suspendido, dejando que la humana lo sacara al jardín trasero.
Repitió la misma acción con el resto de los gatos que miraban con recelo la puerta ahora cerrada.
-Uuhhh, ya va a ver, cuando intente dormir voy a molestarla toda la maldita noche, esperarlo M-humana-chan, miaujajajajaja- los dos gatos restantes veían cómo el rubio se retorcía de risa hasta que se atoró con una bola de pelos.
-Que ruidosos- se quejó un minino que se encontraba botado boca arriba sobre la mesa de picnic.
-Ohhh, Shuu-san, con que aquí estabas- Laito, de un salto, subió la a mesa donde el mayor tomaba su siesta de la tarde- nee~ aprovechando que estamos aquí afuera, ¿por qué no vamos a buscar a unas gatitas? -preguntó sugerente. El contrarío solo abrió un ojo y lo volvió a cerrar.
-Debo saltar por muchos tejados, prefiero quedarme aquí y calentar mi pelaje al sol. -restregó su lomo sobre la superficie- aparte- esta vez abrió sus dos ojos- A Yui no le gusta que salgas por ahí, recuerda lo que pasó la última vez- el gato menor bajó sus orejas, su entusiasmo de ir a buscar novias se le vio truncado por recuerdos del accidente.
Iba a volver a maullar en respuesta cuando la puerta se volvió abrir.
La humana había salido con una bandeja en una mano y libros en la otra. Laito salió de la mesa, intentando aplicarle la ley del hielo a su dueña.
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「La Vie en Gato」
Random-¿Y bien, por qué no explicas lo que está pasando aquí, Yui?- la castaña tomó un poco de su té mientras le dedicaba una mirada filosa. -P-Pues verás...-cuando estaba por abrir la boca, un gato de ojos rojos entró a la sala donde las dos nativas de J...