Complejo

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Shin tiene complejo de perro, ¿Cómo lo averiguó?, porque cuando ella "no lo ve" se pone en el borde de la ventana y empieza a ladrarle a la gente que pasa frente a su casa.

Pensó que no sería un problema serio, solamente era un gato que ladra.
Totalment normal, ¿No?

Pero, el primer mes de llegada de los gatos de raza, el día de luna llena, pensó seriamente en llevarlo al veterinario para que le dieran un sedante.

-AAAUUUUUUUUUUUU

-Esto no puede estar pasando- Yui estaba en su cuarto con 3 de sus 12 gatos. Eran las 2:14 am del día martes, en un par de horas más debía ir a la escuela. Los gatos que la acompañaban la veían con el mismo fastidio. Ayato dormía a los pies de la cama junto a Yuma, ambos rivales estaban de acuerdo matar al nuevo lo más silenciosamente posible en la mañana.

-AAAUUUUUUUUUUUUUU

Reiji, quién dormía en la silla del escritorio, no pudo evitar levantarse para frenar los molestos aullidos.

-Tsk, a ese gato le falta un tornillo- el gato de pelo marrón odiaba ser despertado.

........

Las patitas de Reiji se movían con rapidez contra el piso flotante. Llegó hasta la ventana semi abierta donde el "gato" se posaba para maullar.

Grande fue su sorpresa al encontrar a otros gatos de la casa reclamándole.

-Oyeeee, sí tienes una confusión de especie te sugiero que vayas a un psicólogo, pero por el amor de la croqueta ¡DÉJAME DORMIR!- Kou estaba con los pelos en punta, se erizó más al escuchar el aullido del gato Persa.

-Es...muy...molesto- el gato verde miraba con los ojos entreabiertos.

-Mouh~ mi pelaje se va a estropear si sigo teniendo este grado de estrés- comenzó a lamerse el lomo para intentar aplacar los nervios.

Los gatos siguieron regañando mientras que Shin los ignoraba sin remordimiento.

-Shin no se va a detener- otro gato de pelaje fino llegó al lugar donde estaba la reunión minina- Va estar así hasta que la luna baje de su apogeo- comenzó a lamerse la pata, restandole importancia.

-¿Por qué diablos tu hermano se comporta de esta forma?- Reiji intervenino.

El gato blanco dejó de lamerse la pata para poner ojos nostálgicos.

-En nuestra otra casa teníamos una...mascota canina, una Doberman llamada Lili- el gato se acostó sobre su panza, haciendo el ambiente más calmado- nosotros llegamos siendo cachorros mientras que ella ya estaba en la casa, era vieja, tenía 12 años de vida- un aullido de Shin lo interrumpió brevemente- Lili nos cuidó a mi y a mi hermano mientras nuestros humanos estaban en terapia. Shin era más pequeño yo, fue más influenyente el comportamiento de Lili para él que para mí- miró con tristeza la figura de su hermano- Está intentando llamarla.

-¿A quién?- Laito interrumpió.

-A Lili- puntualizó Shin.

-Puedes intentar comunicarte con la humana para que la vayan a visitar- el gato negro estaba intrigado con la historia.

Karla suspiró pesadamente.

-No es posible.

-Yui comprenderá, no te preocupes, es una humana muy persuasiva- Kou se había inclinado sobre Reiji para generar calor. Sorpresivamente, el gato de ojos magentas no lo corrió

-Lili no ha vuelto desde hace años- los ojos dorados se volvieron melancólicos- Una vez, ella enfermó hasta el punto que no se pudo levantar de la cama, Shin y yo intentamos animarla, pero solo empeoraba con el tiempo- suspiró cansado, quería terminar la historia- los humanos la tomaron y se la llevaron para que nunca más regresara a la casa.

Los gatos miraron con tristeza al gato de raza.

-Antes que nos dejara, Lili quiso consolarnos- dirigió su dorada mirada hacia su hermano menor- "Aullen a la luna llena para que no me pierda, así volveré a casa más rápido", eso fue lo que nos dijo.

Los gatos quedaron muy apenados tras la historia, estaban tan ensimismados que no se dieron cuenta cuando Yui había entrado al cuarto.

-Vayan a dormir, yo me encargo de esto- intentó ahuyentarlos para que dejaran al gato aullador solo.-Shin, pspsps.

Shin detuvo sus aullidos para ver a la humana que se acercaba.

-Ven, ven, te tengo algo- Shin miró con interés lo que tenía en la mano, un peluche con un aroma familiar- Traje esto de tu antigua casa, sé que te servirá.

Las pupilas de Shin se dilataron por completo al reconocer el juguete favorito de Lili.
Bajó apresuradamente para arrancar de la mano el preciado peluche.

-Lili...

Shin durmió todas las noches siguientes con el peluche.

...........
[Un mes atrás]

-Yui, cariño- la anciana era transportada en una silla de ruedas, al lado había un gotero, una vía dirigía el suero hasta el brazo de la mujer- Tengo un favor que pedirte.
Yui se acercó a la canosa mujer, los enfermeros se veían impacientes.

-Debajo de cama hay una caja de madera escondida entre algunas bolsas, por favor, si alguno de mis gatos te da mayores problemas, usa uno de los juguetes que hay ahí, pertenecieron a una integrante muy querida de esta casa- los ojos cansado de la mujer soltaron algunas lágrimas.

-Señora, nos tenemos que ir- la enfermera que llevaba la silla de ruedas prácticamente la tironeo para subirla al vehículo especial del asilo donde estaban transportando a la anciana.

Yui solo logró despedirse a lo lejos de dama.

-Adios señora Hikarawa- intentó con todas sus fuerzas en no llorar. Ella no era un familiar, conoció a la anciana mientras paseaba en el parque con su ahora difunto esposo. El matrimonio llevaba 2 gatos con arnés.

Ahora, con el señor Hikarawa muerto, sus hijos dicidieron transportar a su madre a un asilo fuera de la cuidad, alegando que era el más costoso y cómodo que pudiera haber.

Nadie quería a sus mascotas, el mayor miedo de la señora es que tiraran a sus preciados gatos a la calle, ahí fue cuando Yui decidió tomar bajo su cargo a Karla y Shin.

Mientras caminaba por la casa, personas quitaban los muebles para venderlos en subastas o apropiarse de los bienes de la mujer.

Yui sabía que eso no le incumbia, pero sí notó como uno de los hijos de la mujer la seguía de cerca.

Llegó al dormitorio de la señora donde extrajo la caja después de quitar algunas bolsas.

-Será mejor que no sea algo de valor, tú no tienes derecho a ningún objeto de esta casa- dijo de lejos un hombre de 50 años.

Yui en respuesta solo abrió la caja mostrando su contenido.

Juguetes, juguetes de perro usados.
Habían fotos de la mascota junto con el collar. También había una nota junto una casita pequeña de madera. "Perdón por no poner tus cenizas en un lugar más bello, no te puedo enterrar en un campo porque no te quiero dejar ir, pero no puedo verte sin que me duela. Perdóname Lili" .La letra era temblorosa.

-Puag, puedes llevarte esa basura, nisiquiera se puede vender.

Yui no dijo palabra, simplemente se fue de la casa con la caja y dos gatos dentro de una jaula.

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⏰ Última actualización: Nov 20, 2021 ⏰

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