Dos meses han pasado desde que llegué a la universidad, al principio fue difícil, no sólo el hecho de estar tan alejada de mi familia y mis amigos, compartir dormitorio con otros cuatro chicos y pasar casi todo mi tiempo estudiando y haciendo trabajos y tareas.
La extrañaba, y ahora la extraño más que nunca.
A veces hablamos por videochat o mandamos mensajes, pero ya no es lo mismo, por que ahora sólo somos amigos.
Así que no puedo decirle de la nada que la amo, que no he dejado de hacerlo ni un segundo después de aquel día en que nos despedimos.
Varias compañeras me han insinuado sus pensamientos y me han invitado a salir, pero siempre siento que es demasiado pronto y que no importa con quien esté, yo estaré pensando siempre en ella.
La última en hacerlo fue Lisa, a quien saludo mientras camino en dirección a mi dormitorio, me sonríe con un poco de incomodidad, pero supongo que ya se le pasará.
Al abrir la puerta y entrar a mi habitación, me quedo quieto sin poder creer lo veo, Emilia está sentada en mi cama, con mi guitarra entre las manos.
Me mira a los ojos y sonríe acomodando la guitarra para empezar a tocar una canción tan especial para nosotros.
-Todo este tiempo te he buscado, y sin saberlo tú me has encontrado, las palabras sobran y el tiempo vuela si estás a mi lado...-
Siento como el sentimiento llega a mi; es la canción que le escribí y cante cuando le pedí que fuera mi novia. Lo único que puedo hacer es seguir deleitandome con su hermosa voz.
-Cómo explicarte lo que siento, si hasta te extraño después de unos momentos de escuchar tu voz, será que a esto se le llama amor, y es que hoy me siento enamorado, y es que hoy quiero estar a tú lado...-
Se levanta de la cama y empieza a caminar hacía mí dejando a un lado la guitarra y toma mis manos sin dejar de mirarme -Cómo decirte que te quiero, que te estoy siendo sincero, que te escribo está canción para robarte el corazón...-
No le doy tiempo de decir nada más, me acerco a besarla mientras ella me abraza fuertemente.
Emilia se separa de mí, sonríe y acaricia mis mejillas suavemente volviendome a besar; cierro la puerta y la llevo en dirección a mi cama donde ambos nos entregamos el uno al otro después de tanto tiempo, confirmando otra vez, que jamás dejaré de amarla.
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Aquí esta la segunda parte, espero les guste y nos veremos pronto con otro one shot
(si tienen ideas, o de que les gustaría que tratase, todo es bienvenido)
