¿Alien o humana?

Capítulo 8

Luke

Ya he preparado unos zumos, magdalenas y frutas.

Subo arriba y cuando abro la puerta casi se me cae la bandeja.

Scarlett está increíble. Nadie diría que es una alien.

Parece una chica humana: pelo rubio, maquillaje impecable, y ropa normal.

- Mira, se ha quedado embobado - suelta Iris.

- Em... has hecho un gran trabajo - le digo sin dejar de mirarla.

- Lo sé.

- ¿Te gusta? - me pregunta Scarlett.

- Me encanta, venga, a desayunar.

Cuando estamos comiendo dice Scarlett:

- Esto sí que es comida. Luke, no sé qué es lo que te esperas encontrar en el espacio, esto es maravilloso. Allí todo es esclavitud, y fuera del planeta, estrellas, más planetas, agujeros negros...

- No sé, solo quiero ver otros mundos.

- Pues te recomiendo no ir a Platinium.

Salimos a fuera y paseamos hasta la pista de skate donde quedé con mis amigos.

Scarlett mira a todos lados y hace muchas preguntas.

Cojo una flor y se la doy.

Ella la huele y muy coqueta, se la coloca en el pelo.

- Yo voy a por mis amigas y después llevaré a Scarlett al centro comercial - dice Iris.

- ¿Ahora quieres ser su amiga?

- Ahora mola demasiado, seguro que es muy popular.

Iris se va y nosotros llegamos a las pistas.

Todos patinan.

- Cómo mola - dice Scarlett - yo quiero probar a caminar con ruedas.

- ¡Hola chicos! - digo al llegar.

Todos se quedan mirando a Scarlett.

- ¿Quién es la nueva? - pregunta Susana.

- Se llama Scarlett, em... - miro a Scarlett - ha venido a pasar unos días a mi casa porque sus padres y los míos están de viaje.

- ¿Sabes patinar? - pregunta John.

- No - contesta Scarlett - pero me gustaría intentarlo.

- Vale, voy a por unos patines, ¿qué numero usas? - le pregunto sin darme cuenta de que ni ella misma lo sabe.

- El mismo que tu hermana, supongo.

Cojo los patines y le ayudo a ponérselos.

- Ponte de pie - le ordeno.

Ella lo intenta, pero no matiene el equilibrio y yo la sujeto para que no se caiga.

- Esto es muy difícil - dice.

- ¿Es más difícil que controlar una nave espacial? - le guiño el ojo.

- El caso es que eso tampoco lo sé hacer, me he estrellado y no me he matado de milagro.

- Pero te has estrellado en el sitio correcto, venga, que te enseño a patinar.

Después de un rato, Scarlett ya me suelta la mano porque ya le ha cogido el truco, casi patina mejor que yo.

Nos sentamos con mis amigos.

Susana: Os invito a unos helados. ¿De qué lo queréis?

John: De vainilla.

Yo: De chocolate

Susana: ¿Y tú, Scarlett?

Scarlett: Em...

Scarlett me mira, seguro que en su planeta no hay helados.

Yo: A ella le gusta el chocolate.

Susana: Muy bien, vengo ahora.

Entonces viene Thomas, el tío más creído de este planeta, cuánto me gustaría que alguien le bajara los humos.

Viene del gimnasio con su camiseta ajustada recortada por los hombros.

No sé cómo le puede gustar a alguien. Es un idiota, lo único que tiene son múculos y chulería.

- Hola, ¿quién quiere echarme un pulso? - suelta Thomas.

- Nadie - responde en seco Susana que llega con los helados y nos los entrega.

- ¿Y tú, Luke?, enséñale a esa chica - señala a Scarlett - lo fuerte que eres - se rie.

Lo que me faltaba, ya me quiere poner en ridículo.

- No, gracias.

- Cobarde - dice.

- No es un cobarde - se levanta Scarlett -, pero prefiero ser yo la que te gane, así sentirás más vergüenza al ser derrotado por una chica.

- No creo que me ganes.

- Lo hará - digo yo.

Scarlett me sonrie. Es demasiado perfecta.

Se sientan en unas de las mesas del parque. Uno frente a otro. Scarlett totalmente relajada y Thomas algo nervioso.

- Preparados, listos, ya - escucho.

Al principio, Scarlett le deja ventaja para que no sospeche de su fuerza sobrehumana, pero después lo machaca y a Thomas se le queda cara de tonto.

Todos aplauden.

- Te he dejado ganar - suelta.

- Ya, ya - dice Scarlet.

Thomas se va e Iris viene con sus amigas.