Esto es un ramo de espinas que combinan con tus labios, un trato que te incluye a ti como algo innecesario...
-Anfeta (Lirika inversa)Cerré mis ojos. De nuevo estábamos aquí. La lluvia caía y yo solo deseaba estar en mi casa. Eran ya dos veces que veníamos al hotel, pero yo no quería hacer nada.
Ya no quería. Me sentía mal. Lloraba y él se enojo-No llores, ya estás grande, no eres un bebé como para seguir llorando, madura- escupió esas palabras con enojó.
La primera vez fue porque no estaba abierto el cine y cuando se fue al baño quise salir corriendo de ahí y huir. Pero no tenía dinero y no sabía donde conseguirlo. Así que pasó.
Y está vez. Juró que no haríamos nada, pero había tomado.Llegué a las 11 p.m a mi casa y me sentía mal, muy mal.
Otro día volvió a insistir y tomé el valor de irme. Cuando ya iba camino al taxi me detuvo. No había nadie alrededor a causa de la lluvia. Entramos solo a refugiarnos e intentó.
Salió echó una furia y lloró quejándose de qué lo trataba mal.
Le pedí que me llevará a casa y así lo hizo pero no me habló en todo el camino. Escribía rápidamente en su teléfono y sabía que estaba buscando y citando a alguien.Me dejó en casa y se fue. En la noche me dijo que sí, había visto a alguien pero no sucedió nada.
Accedí a verlo un domingo y mis padres no querían. Al final me dejaron estar con él hasta las 5 p.m.
Llegamos a un café donde compró alcohol. Llegaron las 6 p.m. y estaba aburrida. Comenzó a llover y yo llevaba un vestido. Mis piernas se mojaban, pero no le importaba.-¿Los conoces? - preguntó mirando a la mesa de enfrenté donde había dos chicos
-¿A quiénes? - pregunté desganada
-A ellos, se ve que te conocen, te sonríen- contestó enojado
-Si los conociera ya los habría saludado- dije de manera obvia
-Que cruel eres, solo pregunté- respondió ofendido.Pasó el tiempo. Llegaron las 10 de la noche. La cafetería había cerrado y encontramos a su abuela y abuelo, que en realidad eran quiénes lo habían criado. Le dijeron que fuera a dejarme. Los engaño diciendo que comprariamos algo y ya nos iríamos.
Pero no. Me sacó dinero engañándome y compró más alcohol. Uno de sus conocidos llegó y juntaron para poner música en la rocola. Canciones de Leo dan, Temerarios y rock se hicieron sonar por una hora y media.
Tenían que cerrar la tienda y nos sacaron.
Me dijo que tenía que ir al baño, que lo acompañará. Accedí sin pensar que tenía un plan. Quería una noche más.
-¿Acaso no me lo merezco? Te perdone, te cuido y confío en ti. Te e escuchado todas las veces y e perdonado cada uno de tus errores. Me lo merezco- trataba de persuadirme, pero no quería.
Intentó y acarició mi cuerpo sin que yo quisiera.
Tomé y saqué el valor: lo detuve.Sus besos con alcohol ahora no se me hacían apetecibles y que sus manos recorrieran mi cuerpo sin mi permiso me asqueaba.
A medio camino encontramos a mi mamá y él habló por mi. Ellos me llevaron a casa furiosos y mi madre me prohibió verlo.
Me enojé con ella y otra vez nuestra relación se quebró.
Le aposté mi todo a la nada.
Me enojé con quién al final era mi salvación.
*
Hola.
¿Enojados? ¿Impresionados? ¿Conmovidos? Díganme como se sintieron.
Les cuento un secreto: estuve escuchando las canciones de Leo dan para poder recordar bien.
¿Otra vez con tus frases?
Sí. Yo y mis frases con Lirika inversa. Es un cantante de rap, se los recomiendo.Saludos desde mi habitación, debería de estar doblando mi ropa pero me puse a escribir por ustedes.
Agradezcan.
Bye.
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Soñare contigo
Non-FictionLa historia de un amor joven. Abigail tiene 15 y Jesus 23. Todos creen que el amor no tiene edad pero... ¿sera cierto?. Basado en una historia real