Capítulo 18- Sacudida

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Si fue mi culpa te pido perdón, si fue la tuya no hay resentimiento; pero fuese lo que fuese no solté el timón hasta hundirme con el barco en mar abierto
-Dos calles después del infinito (Lirika inversa)


Llegó el jueves. 7 de septiembre.
Mi madre seguía enojada conmigo y sabía bien qué lo merecía.
Mandaron a llamar a Jesús para hablar de nuevo con él. Le pasé el recado y dijo que iría el domingo.
Mi hermano le mando un mensaje a Jesús amemazandolo. Me enojé de nuevo y aún seguía dolida.

Esa noche las cosas estaban tranquilas. Casi daban las 12 a.m.
Nos encontrábamos en el comedor cenando. Subí mis pies al la silla y mordí la cena. Sentí balancear mi silla. Miré a mi hermano y el entendimiento fue mutuo.
Los 4 salimos de casa y mi mamá estaba preocupada por mi mascota pero no podíamos volver.

Una sacudida de menor grado, al menos donde vivo.

El domingo llegó y con el, mi llanto. El compromiso se rompió y no podíamos volver. Juramos amor eterno.
Recordamos la frase que durante esos 9 meses de relación nos dijimos por la noche: Soñaré contigo.

Entre y al menos mi relación con mi mamá mejoró.

Llegó la otra semana.

19 de septiembre.

Alrededor de la 1:10 p.m. me encontraba acomodando mi habitación.
Mi hermano y yo aseabamos cuando las ventanas comenzaron a tronar. Nos miramos

-Baja ahora- ordenó y no negué

Mi mamá me recibió en la puerta y el movimiento de la tierra cesó para comenzar con uno más fuerte.

Mi mamá y yo nos abrazamos; mi vida pasó por mis ojos. Estaba en paz con todos y si moría, me iría en paz.

El movimiento paró y la gente comenzó a llorar y sufrir ataques de ansiedad.

Hice una mochila de emergencia y no pude llorar.
Le envíe un mensaje preguntándole si estaba bien a lo que respondió: ¿Porque?

No sabia que hacer. No dormí bien y cuando desperté volví a poner mensajes de Libardo Isaza.

Pasaron los días y con ello comenzaron discusiones con Jesús a pesar de que no nos veíamos.

Todo se arreglaba y desmonoraba.

Hasta que él decidió que terminará.

"Me acosté con otra. Ahora soy libre de ti. Jamás quise hacer eso, tu me obligaste con tus actitudes."

Escribió como final.
Lloré. Y mucho.
Me pidió perdón y no sabía que hacer: mi orgullo decía que no lo perdonará y mi razón por igual, pero mis sentimientos me decían que aún se podía salvar algo.
Era octubre, los principios de esté y ya no sabía que hacer.
Mi mejor amiga me mandó un mensaje que determinaría mi decisión.

"Abi lo vi. Lo vi con otra y sabes a lo que me refiero"

"¿Cómo era?"

"Rubia, casi de su estatura. Sabes; lo siento, pero fue lo mejor"

Y tenía razón. Habíamos hecho la promesa de que cuando yo cumpliera la mayoría de edad vendría a comprometerse conmigo de nuevo, pero rompió la promesa.

Y recordé las palabras de mi madre, las de Carmen y Dayana, diciéndome que no debía volver con él y me derrumbe. Tenían razón pero jamás las escuché.

Miré mi teléfono y abrí el explorador. Busque Wattpad y me enfoque en leer historias. En olvidarme del mundo exterior y encontrar una nueva meta.

Salí a ver a alguien y lo vi. Dolió porque él también me miró pero lo ignoré.

Rompió el compromiso y la promesa. Le agradezco porque tomó la mejor decisión.

*

Ya pasó un año.
Un año.

¿Quién vivió el sismo de México?
En lo personal casi me hice del baño.

Comenten que les pareció el capítulo. Pongan su estrellita repara autoestima :v

Bye

Soñare contigoWhere stories live. Discover now