¿Qué era la vida si no un tormento de emociones? KiHyun se lo preguntaba a diario, más frecuentemente luego de haberse dado cuenta de las consecuencias que sus actos impulsivos habían traído. ¿Es que acaso no podía controlarse? Sentía una pérdida de tiempo y dinero todas aquellas sesiones a las que acudió con los mejores psicólogos para calmar sus ataques de ira. Lee MinHyuk había muerto en alma mucho antes de que su cadáver se quedase sin pulso, gracias a él; y se sentía terriblemente culpable. No había comido bien ni dormido en días, HyungWon era su único soporte porque ni sus padres habían aparecido cuando quiso contactarlos. Malditos bastardos hambrientos de dinero, había gritado el joven mientras arrojaba su celular con furia hacia la pared y éste se rompía en pedazos.
Yoo KiHyun, por primera vez en su vida, estaba desesperado y no sabía qué hacer, no tenía a quién recurrir. En su mente se proyectaban una y otra vez los recuerdos de sus visitas al hospital psiquiátrico a las afueras de la ciudad, aquel que desencadenó la tortura. Todavía podía recordar la brillante sonrisa de su mejor amigo y su corazón se quedaba sin sangre dentro de su cuerpo debido a la opresión que sentía.
Pobres señores Lee, todo es mi culpa.
Pero el bajito quería al menos dejar de sentirse como una mierda de persona, todos los días que no acudió a la universidad se planteaba el ir a la casa de MinHyuk a por fin darle el pésame a sus padres, creía que de ese modo su conciencia quedaría un poco más limpia y podría al menos disfrutar de mejor manera sus días fuera, antes de que alguien descubriera todo y comenzaran a perseguirlo.
××××
Caminaba por los pasillos con aires imponentes, la suela de sus zapatos resonaba gracias a las blancas baldosas; una gabardina amarilla cubría casi por completo su cuerpo, pues no quería que se le reconociera. Observaba con pena a los enfermos que a esa hora andaban en el patio siendo cuidados, algunos inmersos en su propia mente, otros hablando con ellos mismos y algunos más comiendo como si no les ocurriera nada. La enfermera se detuvo a su frente y él lo hizo también, entonces la puerta del caso 534 fue abierta y KiHyun sonrió con simpatía en cuanto vio al chico dándole la espalda.
-Por fin te conozco -el otro hombre volteó al escuchar la voz y sonrió en igual medida, su rostro mostrando un resplandor que se le hacía conocido.
-Yoo KiHyun, ¿qué tal la vida fuera de estas cuatro paredes?-
El pelinegro llegó a la residencia Lee y se sorprendió de ver a la madre de MinHyuk tan fresca como siempre. Ella pareció adoptar aún más brillo en sus ojos al ver quién era su visita y de pronto KiHyun se vio envuelto en un cálido abrazo que le hizo casi derramar lágrimas. Tenía tanto tiempo sin verla, ella que lo había casi adoptado en su hogar cuando sus padres se divorciaron y la depresión lo había consumido durante un largo periodo.
-¡Me alegra tanto verte! -siseó la mujer con la voz quebrada.- Desde lo de MinHyukkie no había sabido nada de ti-
KiHyun casi desfallece, no se creía capaz de continuar mintiendo frente a la señora Lee, pero tenía que hacerlo, su libertad estaba en juego si abría la boca o delataba a alguien más.
-También me alegra verla -murmuró él apartándose un poco.- ¿Cómo ha estado? So-solamente quería darle mi pésame-
Ella le dedicó una mirada y una sonrisa nostálgica y se alejó del todo. -Las cosas han cambiado tan rápido -y antes de que el ambiente se tornara pesado, dijo en un tono más optimista: -, ¿no quieres pasar?-
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Who killed Lee MinHyuk?
FanfictionMinHyuk es envidiado por mucha gente en el instituto donde estudia. Su natural popularidad provoca que constantemente lo ataquen con palabras que al chico le parecen hirientes y sinsentido. La otra parte de la escuela que no está resentida con él in...