capitulo 50

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Solo había terminado el mes de Junio, Zianya todos los días revisaba el calendario que estaba en la cocina, y mirando el reloj con temor; no había pasado nada nuevo en días, se puso su uniforme escolar y después de despedirse salio; ya se lo esperaba, solo un día más como cualquier otro, pero con ese miedo al tiempo, quería que se detuviera, faltaban 2 meses, pero para ella era muy poco tiempo, el tiempo en el instituto paso lentamente, por fin el timbre de salida, Andrea estaba fuera, coqueteando con Arthur.

Aceleró el paso sabia lo que ella tramaba, vio a lo lejos como ella sujetaba a Arthur por la camisa y acercaba su rostro a el de él hasta rosar sus labios, instantáneamente el se separó de ella y sin ningún aviso y sin tiempo a reaccionar Andrea fue a dar al suelo, con la mejilla golpeada.

-ponle un dedo encima y date por muerta zorra -Zianya estaba allí parada mirando con odio profundo a su víctima, sonreia de una forma escalofriante, y las manos en puño

La pelirroja se levanto con dignidad y toco el pecho del chico rubio ojiverde; una vez mas sin previo aviso recibió un golpe en la cara, mandándola una vez mas al piso, salio sangre de su nariz, un dolor punzante en esta, se puso la mano en la nariz con gesto de dolor.

-me rompiste la nariz, MALDITA -se levanto rápido y contraatacó a la extranjera halándole del cabello y haciendola quejarse en voz baja.

Arthur hizo un gesto para detenerlas, pero lo detuvieron unas personas, al rededor un montón de estudiantes comenzaron a gritar a coro "pelea pelea pelea", incluso hubo algunos que apostaron, tampoco faltaban quienes le techaban mas carbón al fuego.

Zianya tomo la muñeca de Andrea y se la doblo.

-¿acaso intentas rompermela! - grito esta cuando se safo de su agarre

-la verdad es que si -dijo antes de darle un puñetazo en el estomago

Andrea perdió el aire, se arrodillo y Zianya se lanzo sobre ella haciendola estamparse en el suelo mientras le enterrada el codo al final de la columna vertebral, la ojiverde ya no se pudo levantar.

La ganadora se levanto triunfante, tenia algunos golpes en el rostro y le salia un poco de sangre por la nariz.

-la próxima vez, no seré tan suave

Todos alrededor comenzaron a aplaudir, y a gritar, el séquito de la perdedora se acerco y se la llevó al hospital mas cercano, todos alrededor se fueron.

Arthur corrió hacia la chica de ojos negros y la abrazo.

-¿porque hiciste eso? - la regaño

-por que la odio, y nunca perdonare a aquellas que quieran alejarte de mi -dijo devolviéndole el abrazo con fuerza

Tomo a la chica y la cargo como a un costal de papas, y comenzó a caminar.

-¿entonces iras por allí repartiendo golpes a todas las que me coqueteen?

-si es necesario si -dijo ella dejándose cargar, su corazón se calmo un poco de la adrenalina, pero seguía latiendo a toda prisa, no podía evitarlo solo nesecitaba pensar en el para que su corazón se acelerará

-pero que problemática, ya llegamos

Oliver les abrió la puerta.

-¿que paso? -dijo curioso

- una zorra besó a Arthur -respondió mientras la ponían en el suelo

-y luego la golpeaste

-varias veces -le completo la chica -pero al final le di su merecido

-ven te voy a curar -dijo el rubio intentando hacer que su voz se escuchara molesta, aunque mo le funciono muy bien que digamos

-entonces preparare unos dulces -dijo Oliver y se dirigió a la cocina

Arthur volvió a cargarla como a un costal de papas hasta su habitación, la lanzo a la cama, saco lo necesario y comenzó a curarla.

-auch auch auch, duele duele, espera, duele

-no tendría que estarte curando si no te hubieras metido en esa pelea,

-¿y que querías que haga?, la odio y te besó -se quedo callada un instante -s solo yo puedo besarte -se sonrojo y miro a otro lado

El también se sonrojo, y no pudo evitar sonreír.

-ya esta -y guardó las medicinas

-¿sabes?

-¿que pasa?

-hace tiempo que no que no -nerviosa comenzó a tartamudear -que n no m me me me me

-¿que no que? -le interrumpió un poco irritado

-me besas -su rostro se encendió de un rojo vivo, al igual que la de el

Si alguna vez se han enamorado, sabrán ya, ese sentimiento, esa emoción, que te inunda con el solo hecho de imaginarlo a el o a ella con sus labios rosando los tuyos, esa censacion irreal, que hace que tus pies se despeguen del suelo, que hace que tu corazón pareciera que fuera a estallar de lo rápido que late, de la paz, de ese sentimiento caluroso, que hace que nunca más te quieras separar de esa persona, que se mantiene vivo aun después de que esa persona allá separado ligeramente sus labios de los tuyos.

Ambos se quedaron en silencio unos segundos, ella volteo a verlo y el sin pensarlo se hacerco a ella como si le dieran una droga a un drogadicto, como si su vida se fuera a terminar si no la tenía, si no la sentía, si no la abrasaba, si no la besaba.

Sus labios se pegaron, besandose como respiraran a través del otro, si le arrancaran la vida para que fuera de ellos; estaban solos en la habitación, podían hacer lo que quisieran, por puro instinto; Arthur comenzó a aventurar metiendo la mano lentamente en la blusa de su compañera, acariciando la suave piel desnuda, ella comenzó a temblar, era la primera vez que un chico le hacia eso, por debajo de la blusa el chico rubio le desabrocho el sostén, ella no pudo evitar hacer un ruido de sorpresa, el comenzó a acariciarle la espalda, ella temblaba, pero no intento detenerlo, el decidió ir más lejos, su mano se acerco a su pecho; pero justo en ese momento se habrio la puerta de golpe, apareciendo Oliver con unos cupcakes y brownies.

-Arthur tenemos una visita ... -y se les quedo viendo

Ellos se separaron de golpe totalmente sonrojados

-si quieren le digo a Francis que ... -continuo Oliver un poco incómodo

-¡n n n no le digas nada, olvida todo lo que viste, y ya voy yo! -Arthur hablo tan rápido y tan de golpe que Oliver a penas entendió lo que dijo

Zianya vio a Oliver y Arthur salir de la habitación, su corazón no podía calmarse, ni su cabeza, un cóctel de pensamientos y emociones, que no estaba segura de entender, no estaba segura de lo que el acababa de hacer, su cabeza le había dicho que lo detuviera, mientras su corazón y su cuerpo le pedían que lo dejara seguir, decidió ignorar todo eso un momento, se baño, se puso un conjunto casual, (camisa de hombre, pantalón no ajustado y tenis), y bajo a saludar a el francés.

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