capítulo 57

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Ella los veía de lejos, desde que habían llegado con ellos las cosas habían cambiado, sentía como si hubiera pasado a segundo plano, y aunque no la trataban mal no le gustaba.

Poco a poco su corazón se lleno de odio, pero no la culpaba, lo culpaba a él, siempre lo culpo a él, que la había seducido con sus ojos verde brillantes como el rubí, y su enmarañado cabello rubio y lacio, incluso sus gruesas cejas lo hacían ver bien.

Solo había pasado un año, debían elejir, se quedarían con ellos surcando los mares o bajarían en la próxima bahía para no volver a zarpar, cualquiera que fuera su elección, estaba decidida que estarían juntas, la haría elegir, entre ella, su mejor amiga de toda la vida, o él un pirata que viviría eternamente, tendría que elegirla a ella.

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Se levanto lentamente, aun sentía la pesadez del sueño, no había dormido muy bien últimamente, con trabajo cepillo sus chinos pelirrojos, sus ojos ámbar mostraban el cansancio de noches en vela, se cepillo los dientes y se arregló, desayuno y se dirigió al instituto.

- Buenos días Andrea -la saludo su séquito como siempre

-buenos días chicas -dijo con pesadez y continuo su camino pasando de ellas

De camino al salón choco con alguien, de menor estatura, cabello cafe oscuro, lacio y hasta los hombros, suave, de grandes ojos casi negros, piel blanca y con pecas en el rostro, ninguna de las 2 dijo nada y siguió su camino, eso debió ser muy extraño, todos miraron la escena sorprendidos, había algo distinto ese día, normalmente después de el accidente mas mínimo se desataría una pelea entre un perro y un gato ¿no?.

Inclusive todas las clases les tocaban juntas, repito en un día normal estas fieras discutirían y lucharían hasta quedarse sin fuerzas, pero ese día se ignoraron, los maestros se dieron cuenta enseguida, se les notaba, estaban mas relajados aunque también estaban al pendiente de cualquier detalle que las hiciera estallar trayendo la tormenta con sigo.

-¿ estas bien Andrea, estas actuando extraño ? -le aviso una chica de lentes, cabello corto, lacio y negro a su lado

-solo estoy cansada Weny, no he dormido bien últimamente -dijo antes de un bostezo estilo " el rey león "

- deberias quedarte a descansar a tu casa

- mañana haré eso, no te preocupes

El resto del día siguió tranquilo, todos parecian mas relajados así, no creó que nadie llegara a olvidar nunca ese día, por la noche, a la hora de la ducha, se encerró en el baño, relajándose en la tina, pensativa, desde que "ella" había llegado al instituto ni había parado de tener esos sueños, como si viera ma telenovela de la vida de una niña parecida a ella hace muchos años, con algunos episodios especiales donde era la antagonista del cuento.

Cerro los ojos y le llegaron imágenes a la mente.

Estaba en la cárcel, estaba vestida con harapos, una rata paso junto a su pié sorprendiéndola, un policía, vestido a la antigua se asomó a su reja,

-hoy se cumplirá tu sentencia, ascecina -habrio la reja

Ella se movió demasiado rápido, apuñaló al oficial y se fue corriente de ese infierno.

Llegó a un panteón, en busca de una tumba en específico, pronto la encontró, había flores nuevas allí, sintió una punzada en em corazón, de verdad lo había hecho, sin darse cuenta dejó escapar lágrimas de sus ojos, ¿ por que lo había hecho en primer lugar ?, fue perdiendo fuerzas, y se arrodilló, había comenzado a llover y las gotas de la lluvia simulaban las lágrimas en su rostro.

-Lo siento, no era mi intención, no se por que lo hice - abrazo la cruz como si abrazara a la persona había dejado el mundo

Abrió los ojos, se encontraba de nuevo en la bañera, había llorado, y no estaba segura de porque, pero sentía una punzada en su corazón, decidió ignorar eso, otra vez, y se fue a la cama, esperando por primera vez en meses tener un sueño común y corriente.

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