2. Realidad

2.4K 299 67
                                    

Desayuné y en pleno desayuno casi me da un ataque al corazón al saber que ella era real, que no estaba soñando.

De camino a la tienda iba saludando a cada persona por el camino, podría parecer molesto, pero es agradable influir un poco en la vida de los demás.

Al llegar a la tienda efectivamente el abuelo estaba ya sentado enfrente saludando a todos desde su silla.

Quizá por el abuelo es que me enamoré de mi sueño. Aunque por lo visto no es un sueño ya.

Desde pequeña me cuenta historias de cómo era la abuela, nunca la llegué a conocer porque antes de nacer yo ella murió.

Era la mujer más hermosa en la faz de la tierra, facciones delicadas y femeninas hasta el máximo punto donde llegará la palabra. Su piel era del color de la nieve, además de la más suave, su cabello del negro de la noche y el liso de la misma seda, y unos ojos donde si no tenías el más grande cuidado podrías quedar perdido, y si ella quería podría hipnotizarte con solo hablar, cantando podría calmar hasta al animal mas violento, sin duda, un ángel.

Todo eso fusionado con la personalidad más tierna, gentil, amable y servicial que he podido escuchar de alguien. Sin ninguna duda el abuelo estaba perdidamente enamorado de ella, incluso hoy en día cuando le pido que me cuente historias de ella y como fué lo sigo notando en su voz, en su mirada y de vez en cuando cuando sus ojos empiezan a cristalizarse por recordarla. Quizá era una tortura para el, pero siempre que alguien le pedía una historia el con la más grande felicidad la relataba, sea quien fuere.

Gran trabajo el del abuelo. Hizo que me gustarán las mujeres. Cualquiera después de sus historias quisiera a alguien como la abuela.

Inclusive yo quería hasta dos versiones de ella.

A ella mismamente para que estuviera conmigo. Porque siento que siempre está conmigo y el abuelo.

Y la versión de ella que pueda amar aún más allá de tener un lazo sanguíneo.

Dejando de lado toda la nostalgia y recuerdos bonitos. El día transcurrió normalmente, tanto que casi me volví a dormir.

Solo escuchaba al abuelo hablando con gran ímpetu de la abuela. Me dio curiosidad otra historia de ella así que fuí al frente de la tienda.

Y ahí estaba ella.

—Jeongyeon, si tu abuela estuviera viva, y tuviera la misma edad que tú, podría ser ella— dijo el abuelo.

Dijo señalando a la chica que tenía enfrente de el. La chica con la llevaba meses, quizá años imaginando.

Ella solo sonrió. Otra vez.

Solo me senté enfrente del abuelo, ambas estábamos sentadas como niñas pequeñas escuchando una historia, la única diferencia es que yo la estaba viendo a ella.

Pareciera que hubiera sido una entrega especial del cielo. Todo de ella era perfecto. Su risa. Su aura, que inspiraba tanta paz que no mentiría si dijera que a su lado podrías sentir seguridad incluso si el mundo se estuviera destruyendo poco a poco.

Ella era la razón de mis canciones, la razón por la que estoy distraída imaginando.

La razón por la cual sigo esperando.

Sentí una pequeña lágrima caía por mis mejillas, no era por la historia del abuelo. Era por ella.

Y ella lo notó.

Se acercó un poco a mí y puso su mano en mi mejilla y me limpio la pequeña lágrima con su pulgar.

Su toque era el mismo que el del algodón más suave.

—Tenías una gran abuela, ¿No? —
Dijo.

Su voz... Era tan delicada.

¿Cómo alguien como ella podía existir en la misma realidad que la mía?

—D-disculpa, ¿Cuál es tu nombre? — dije con gran nerviosismo.

—Im Nayeon—

Solo con escuchar su nombre ya sentía que iba caer desmayada ahí mismo.

El abuelo me conoce tan bien que notó lo que estaba pasando, me había enamorado de ella con solo esa simple acción.

—Querida, por qué no ayudas a esta jovencita con el pueblo, está de visita— insinuó el abuelo.

—¿De verdad?— Le pregunté a ambos

— ¡Claro! —
Dijo ella.

—No te preocupes por la tienda cariño—
Gracias abuelito. Con todo mi corazón y alma.

Sueño Real - 2YeonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora