4. Silencio

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La felicidad que llevo sintiendo desde que Nayeon llegó a mi vida no es nada que pueda poner en palabras, ni creo que alguien pueda describir esto.

Decir que una vez en la vida se siente esto, y, que, muchos en la vida ni siquiera tienen este privilegio seria decir poco.

Al igual que pocas son las palabras que ambas necesitamos para estar juntas, cuando estamos cerca es como si todo el mundo se detuviese y nos diera luz verde para que estemos juntas.

Tengo miedo. Mucho miedo.

¿Y si ella no me ve como más que una amiga? En algún momento tenía que afrontar mi realidad, aunque esto pasase de un sueño a ser realidad siendo sincera.

Cada vez nos acercamos más pero yo siento que me estoy alejando cada vez más por mi miedo, quiero confesarme, quiero decirle que quiero que se quede toda la vida aquí, conmigo, de esta manera.

O bueno, de cualquier manera, en donde sea, mientras sea toda la vida, y sea ella no importa nada más.

Todo de ti es demasiado hermoso.

La forma en la que me miras inocentemente.

La forma en la que me sonríes y no notas que me destrozas y a la vez reconstruyes el corazón.

La forma en la que miras las estrellas y tu cabello cuelga y flagea como bandera con el viento.

La maldita forma en la que dices mi nombre y haces que quiera que lo escuché de todas las maneras posibles.

¿Cómo es que eres real?

¿Cómo puedo alcanzar tu corazón?

Tantas preguntas, tantas "respuestas"

Es curioso que todo esto son pensamientos de antes de poder dormir.

Mañana podré volver a tu lado. En nuestro lugar donde el cielo se fusiona con la tierra y crea el paraíso. Mi paraíso.

Empezó el dia, como rutina diaria desayuné y fuí a la tienda, realmente ya tengo el suficiente dinero para irme a estudiar en Seúl, pero mientras ella esté aquí, yo no pienso irme nunca. Y tengo aún más miedo de que se vaya.

En todo este tiempo no le he preguntado cuando tendría que irse, no quiero saber cuándo dejaré de verla.

Realmente llevo desde que la conocí y la primera vez que estuvimos juntas escribiendo una canción, será con lo que me declare.

Ya está terminada.

Y ya me decidí, será hoy, no voy a esperar más.

Llevamos casi un mes conociéndonos y parecen años, cada día ambas llegamos a la colina a las 7PM, en punto ni un minuto más, ni uno menos.

Esta vez llegué temprano, ni siquiera cené, fuí directo a la colina, estoy demasiado nerviosa para pensar si quiera en hambre.

6:30PM. ¿Llegué demasiado temprano?

7:00PM. Ya quiero poder verte.

7:30PM. ¿Dónde estás? ¿Se te hizo tarde?

8:00PM. Debo calmarme ya... ¿Cuando empecé a llorar?

8:10PM. Regresa... por favor, no me dejes.

8:15PM. ¿Por qué? ¡¿Por qué te tuviste que ir?!

9:00PM. ¿Regresaras?

Esa pregunta.

Han pasado dos semanas desde ese día.

Ya me decidí.

No puedo olvidarte, ni lo haré, te lo juro.

Pero al menos voy a mantener la mente ocupada un tiempo. Mañana voy a Seúl, ya está todo arreglado, empezaré la universidad.

Antes de irme. Voy a dejar una pequeña nota, guardada en una caja para que no se dañe, por si regresas algún día.

Después de ver el paisaje una última vez.
Y ver su imagen una última vez mis lágrimas empezaron a salir sin mi permiso.

¡¿Por qué?!

¡No quiero perder lo que nunca pude tener!

¡Regresa!

Debo de parecer una loca llorando en la cima de una colina y gritando.

Después de secarme las lágrimas y tratar de dejar de llorar, lo cual no fué fácil, regresé a mi casa, tenía que dormir. Pero conciliar el sueño desde hace dos semanas era un auténtico infierno.

—Bien señores, como pueden ver ya llegamos a Seúl— dijo una voz.

A empezar una nueva vida.

Al llegar al dormitorio noté que era en una gran edificio, sabía que compartiría dormitorio con otra chica. Pero mientras no sea ella no habrá problema alguno.

Miento, el verdadero problema es que no sea ella. Ya ni me siento digna de decir su nombre, no se que hice mal, ni porque se fue, pero necesito volver a verla.

Mi compañera de dormitorio es extranjera, eso sí que no me lo esperé.

—Hirai Momo a tus servicios— después de esas palabras estiro su mano con una gran sonrisa

—Yoo Jeongyeon— dije tomando su mano y haciendo una pequeña reverencia.



Sueño Real - 2YeonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora