Un cuento y una mofa de un amigo en mí interior.

63 2 1
                                    

Viendo pasar el olvido de aquellas rizas que recordó de nuevo miserable se sintió,
se puso de pie y volteo al espejo,
donde lo único que vió fue la vida en la que se ilusionó,
y de nuevo escribio aquellas rimas que sus gritos escupió,
pues a una persona extraño...

Sabiendo que a su vida jamás pertecio,
tan distintas eran sin ninguna comprensión,
fácil su vida se llevo,
y volvió aquél dolor que un día sintió.

Sentado frente a la ventana,
el viento fue él único que le hablo,
le expreso su dolor y este sólo lo bofeteo.

La noche llego y en sus brazos se acorruco,
Con su gran nariz la luna lo olió y esta se asomó,
Una lagrima en su luz reflejo,
Lo miró y una sonrisa le mostró.

Salió de su cama y a su gato se encontró,
Lo encamino y decidido lo siguió,
caminó y caminó hasta rachuelos cruzó,
levantó la mirada y a un amigo encontró,
Lo invitó y a la perdición lo llevó.

Dibagando un libro viejo olió,
esté la verdad le enseño,
de sabiduría se llenó,
pero todo era aún peor,
Nada tenía razón este comprendió.

Con un gran vigote a un señor encontró,
Con una maravillosa voz esté se presentó,
- ¿Qué buscás? - El tiempo soy yo,
Y no hay mas remedio para dolor,
que el tiempo, pues tu memoria borro
y tu corazón olvidó.

El señor don tiempo se fue y regreso,
camino y se paseó,
Sonrió y se olvidó de mi amigo en su interior.
Pero él aún sentia su dolor  no podia olvidar a esa persona que tanto amo.

Decidido ahora en sus suños buscó,
pesadillas sólo encontró,
En un sueño oscuro voló,
Y al fondo del mar este cayó.

Ni el alcohol, ni el libro, ni el tiempo, ni el sueño le ayudo,
Pues en ninguno encontró a esa persona que tanto amo.

Mi amigo decidió y a la vida enfrentó,
con su gato a las calles se marchó,
pasaron tantos años y tan maravillado quedó,
pues por fin ¡la encontro!...
a ella que tanto amo.

La vió y una lagrima le brotó de emoción,
¡Oh!...  - ¡Feliz estoy! - Gritó cuando lo vió,
Ella frente a su ventana siempre vivió...

Que injusta es la vida pensó,
despues de todo  la vida se burlo de mi dolor y me desesperación.

Ella paso derecho,
Como un loco lo tomó,
¡ella su vida realizo!

Y al él...a él simplemente lo olvidó...

Y en ese momento entendió que por una sátira ella lo abandonó,

Él la llamo pero ella no escucho...
Él era un poema y ella nunca leyo...

Desahusiado, angustiado, quebrantado, melancólico, taciturno, corrompido, paupérrimo destrozado quedo ni el nihilismo le basto.

A su casa con su gato regresó,
con el corazón negro quedo.
Se sentó, miro a la venta y durante años se perdió,
Su vida arrebatada quedó.

Pero su gato se arrimo y le dió amor,
él su amigo que siempre lo siguio,
lo amo y cuidó.

Un día mi amigo desperto pero su gato los ojos ya no abrio...

Nada en la vida.

Su gato y su amor se marchó,
Lloró y lloró toda la noche hasta que un lazo tomó, con todo ésto decidido su historia escribió.
El sabia que pocos leian pues eran  del montón,
y pensarían que sólo era un cuento absurdo de bufón...

Sin más que pensar mi amigo su vida se arrebato.
En un árbol colgado término,
Tan rápido como su vida por su amor empezó, cómo aquél dibujo que con tanta tinta pinto...
Fin

PoemarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora