Las letras perdidas, los trazos borrosos y la luna podrida.

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Cada mañana que abro los ojos nace un suspiro para traducir en tiempos detenidos lo completo que me siento,
bañado de tu aroma natural que se sumerge poco a poco entre las sábanas que rozan delicadamente nuestros cuerpos desnudos...
Y, me embriagó de ti, me embriagó de tu cuerpo, de ese cuerpo frío y delicado, de ese aroma a brisa y lluvia que da un toque suave sobre mí mejilla, me cubro con tu mirada que me lleva a otro sitio lleno de tiempos excelentes como cuando de niño  jugaba bajo la lluvia,
Sin importar nada...
Basta  tocar tu cuerpo para llevar  a mi mente a esos recuerdos donde los rayos del sol llegaban suave y  deslizándose sobre mis pies bajo el agua,
Tomo tu mano y me olvidó de recuerdos olvidados, me olvidó de una vida olvidada y me olvidó de un mundo olvidado.
Leo una nota tuya y me encuentro las palabras más perfectas que ninguna de esas montañas de libros y libros contenían,
Escuchó nuestro silenció después de un beso, y jamás en mi vida un silenció fue tan perfecto apesar de amar mi soledad.
Y la vida es de nosotros, soñando y llevando nuestras mentes a momentos donde abrimos los ojos después de dormir en medio del día, con los trazos y sátiras perdidas, me detengo volteo y por primera vez  le sonrió a la luna podrida.

PoemarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora