El secreto de tus ojos.

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Hay largas noches en las que me quedo despierto y pienso en lo que hice, en cómo tire mis más dulces sueños y en lo que realmente me convertí.
Robert Smith.

Pasando la tarde como eso de las 7, todo se demoraba execibamente tranquilo
y aún teniendo todo ese tiempo que nunca  tuve, no recordaba aquella vida,
solo recordaba esas frías noches corriendo en linea recta camino a casa,
pero en ninguna de esas aburridisimas tardes recordaba el final.

Lamentos y sollozos acompañan a esta historia, entre cada momento paupérrimo,
mi mente se estira entre perversiónes e histeria, es como si en algún momento sentado en mi hogar tomando una taza de café  me adentrara tan profundamente  a una historia de esos putos libros  que leia,
toda esa literatura barata,
y que... en esa diminuta historia no pudiese encontrar el verdadero sabor a esa irreconocible taza de café,
tu me entiendes,
es exactamente igual cuando estoy parado en la puerta apunto de tocar, pero, no se si debería hacerlo, o salir corriendo de aquel lugar,
se que al cruzar la puerta me encontraré con un ceño bañado de desprecio.
Y justo cuando estoy adentro,
después de tocar,
me da la esperanza de que mañana no sea así. Como la esperanza de encontrar el camino que pierdo  entre cada parpadeo de tu mirada llena de odio,
nadie jamás ha visto esa mirada tuya,
nadie más sabrá que existe en tus hermosos ojos una mirada así,
es un secreto entre tus ojos y yo,
es un secreto entre tus pestañas y la humedad de mis manos,
es una mirada a la que fui condenado a mirar todas y cada una de  esas veces que nunca a nadie más  miraste así.
Tus funestos gritos aturdidos y sombríos, que no tienen ningún sentido,
los tomo de una orilla con la yema de mis dedos, los arrastró y los llevo a un lugar frío,
y con ellos danzo y danzo solo para ti atravez del espejo,
mis pies despejan del piso y mis manos como remolino de vientos sin sentido, hago de tus miserables gritos una tonada suave y danzo, danzo y danzo sin parar, hasta que mis pies no dejen de sangrar.

Caminas por la orilla codiciando lo prohibido y cuando lo tienes a la tarde seguíente como eso eso de la 7,
abres el espejo de tu tocador y lo dejas en el olvido,
en ese rincón oscuro donde atraves de aquel espejo permanece el secreto de tus ojos fríos.

Y después de tanto tiempo regreso a cama mientras tu dormías, y leí todas esas letras bañadas de ti entre este montón de escritores olvidados, tomé una taza de café y recordé aquel escrito lleno de suspiros, "los rayos del sol se deslizan suavemente sobre tu piel fría" la toque suavemente por última vez  y sin más... me marche.

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⏰ Última actualización: Mar 18, 2020 ⏰

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