Las manos de Rize temblaban sobre la taza que le había dado Yomo
Solo había pasado unas semanas desde que la había rescatado del laboratorio donde era prisionera pero afortunadamente había una casa muy lejos de la cuidad a lado de un lago donde mantenía a Rize protegida
Lamentablemente la chica estaba en un estado de hambruna y locura extrema. Yomo solo le daba pequeñas porciones de carne humana para poder sanarla lentamente aun que se podría decir que Rize estaba siendo consentida por un Yomo preocupado
Después de las dos primeras él llegaba todas las noches a cuidarla y darle regalos para hacerla sentir de nuevo ella misma. Rize era como una niña de 10 años mentalmente aun que su bien formado cuerpo decía otra cosa. Era algo vergonzoso que Yomo jamás diría en voz alta pero disfrutaba cuidar a Rize
Ella sacaba su lado protector de alguna forma. Pero aún así su estado mental no mejoró hasta mucho después, casi un año entero aun que extrañamente de un día para el otro empezó a comunicarse
Siempre observado la ventana de su habitación y murmurando
Yomo quería guardar esas pequeñas palabras, al menos si Rize despertaba el podría darle pistas, el pregunto varias veces a que se refería pero la chica Ghoul no podía explicarle ya que era como si fuera alguna especie de grabación dentro de ella
Dos veces a la semana Rize se acomodaba frente a la ventana y se ponía una sábana sobre su cabeza y se quedaba sentada para luego murmurar palabras
Yomo se sentaba atrás de ella y escribía lo que decía, al principio solo fueron algunas palabras sin sentido pero intento escribir todo lo que sus labios decían
Después de unos meses Rize empezaba hablar con claridad sus pensamientos, su personalidad se identificaba más como una chica dulce pero aun tenia esa superioridad que hacía callar a todos
Yomo recuerda como una noche Rize de recostó en su pecho y el creyó que se quedo dormida pero de pronto empezó hablar
-Se que no dejarías que me hicieran daño, pero tengo miedo. Siento que aún está esa persona que me volverá a lastimar sin duda alguna
Lo dijo Rize mientras sus ojos se llenaban de lágrimas, a lo que Yomo tomo su mentón y la acercó a él
-Jamás dejare que te pongan una mano encima sin tu aprobación
-Gracias Yomo
Le contesto Rize con una sonrisa sincera, ella en verdad se sentía segura con él y al final se quedo dormida
....
-¿Yomo?
Hablo una Rize cansada, se había quedado completamente dormida y acurrucada a Yomo pero el peliblanco siempre encontraba una manera de irse sin molestarla
Rize se levantó y se arreglo el camisón quitando las arrugas. Camino hacia un tocador y tomó la libreta donde Yomo anotaba lo que ella le decía
Hacia algunos días que organizaba todos sus pensamientos para poder escribirlo en orden
Se frotó un lápiz contra sus labios mientras tomaba la una hoja entre sus manos
Para: ¿?
De: R. K
Oh mi querido amigo loco, nuestros errores nos han separó más que nuestras promesas que deberían habernos unirnos. Odio llegar a tener más miedo de lo que pasaría si te volviera a ver y tu y yo sabemos que te mataría por todo lo que me causaste, me quitaste mi libertad y mis ganas de vivir... Pero no te odio ya que te e olvidado. En el pasado las tristezas de mi corazón fueron remplazas con amor y ternura de tu parte pero ahora ni siquiera se si tengo corazón a causa tuya. Tal vez fue el destino que me dio a pagar lo que merecía pero hubiera deseado que fuera otra persona y tal vez algún día pueda recordar quien eres
Rize cerro la hoja y con otra hizo un sobre, ella se levantó y se quitó toda su ropa para bañarse
Lleno la tina con sales aromáticas y se hundió dejando solo su rostro para respirar, pensaba que haría con esa carta, solo recuerda un apartamento que odiaba por lo extravagante que era su tamaño, pero algo en ella se sintiera que tenía que volver
Confiando en su corazonada, salió de su refugio para ir a ese dichoso departamento. Dejó una dulce carta antes a Yomo y se esfumó
Confiando en su sentidos camino hasta el apartamento y forzó la entrada sin llamar la atención
Realmente se impresionó al ver como estaba su apartamento, se veía tal como lo dejo. Tal vez alguien lo había alquilado al final, siguió adentrándose al apartamento y busco entre el armario su escondite y agradeció al de arriba que nadie lo había encontrado
Tomó la caja para abrirla y encontrar unos libros ligeros y una carta. Tomó la carta y por un momento pensó si sería bueno leerla
Pero algo le dijo que tenía que esperar. Tomo la otra carta y guardo con la otra, volviendo a esconder la caja salio de su antiguo apartamento. Camino plena por la calle sintiéndose aliviada y como si un peso de encima hubiera salido de sus hombros
Que equivocada estaba
Su piel se erizo, sus huesos tronaron y su piel blanca como porcelana de torno morada y sus cabellos se esparcieron contra el pavimento
-Oh Rize
La ghoul no contuvo las lágrimas y ante ella estaba el hombre que había olvidado al cual sólo quería matar
-Volviendo siempre a mi, como una dulce cabra que regresa a su pastor
Hablo aquél hombre entre risas mientras ella solo sentía como sus sentidos la estaban dejando
Los brazos de aquel hombre la cargaron y solo ella pensaba y pronunciaba el nombre de su salvador
-Yomo... Yomo... Ayuda...
-Shhh
Hablo él con una voz pacífica que le adormecida el oído
-Ahora yo estoy aquí
Pronunció mientras caminaban. Rize con sus últimas fuerzas en un momento sus manos se apretaron alrededor del cuello del detestable chico. Con odió y deseos de matarlo dijo
-Te odio y jamas te amaré... Nimura
-Oh Rize querida...
Hablo Nimura mientras con una mano tomaba su mejilla
-Me terminaras amando
Uffff
Ufff demasiado bueno, demasiado malo espero que les haya gustado
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Cartas a Kichimura Washuu
De TodoRize no escribía a ninguna persona, malgastar su tiempo en algo tan aburrido como escribirle a alguien no estaba en sus planes aparte podría estar matando con ese tiempo. Pero al final solo termino por escribir tres cartas Una antes de su accidente...