tercera visi... Judai ¿estas bien?

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Ya había pasado una semana desde la pijamada en casa del oji-azul. Los niños se volvieron más cercanos y siempre pasaban la tarde en aquel parque donde la pasaban genial. Hasta que, cierto día su pequeño amigo castaño dejó de ir, preocupando de sobremanera a los demas.

- ¿Y si está enfermo?- Se pregunto Yuya con cara angustiada mientras jugaba en la caja de arena del parque junto con su hermano y amigos.

- Haou nos abría dicho- respondió Yugi metiendo en un bote un poco de arena para seguir construyendo un castillo.

- Y si lo secuestraron?- Pregunto Yuma asustando más a su hermano quien estaba al borde del llanto al igual que Yugi.

- Dejen de pensar tan negativo- hablo Yusei quién se paró de la caja de arena y miro a los demás- mejor vamos a ver que es lo que le ocurre.- Recomendó Yusei resolviendo una afirmación silenciosa de los demas.- Yugi vamos a decirle al abuelo que nos acompañe.- El tricolor sólo asintió aún con las lágrimas acumuladas en sus ojos, todos fueron corriendo a donde descansaba aquel anciano el cual les brindaba amor y cariño, al principio eran tímidos con él pero poco a poco fueron encariñandose a tal punto de que se volvió abuelo de todos.

Cuando llegaron a su lado los más pequeños lo abrazaron en busca de cariño, odiaban pensar tan negativo pero no podían evitarlo. El abuelo simplemente correspondió el abrazo y sonrió cariñosamente, amaba a los niños como si fueran suyos.

- ¿Qué ocurre mis niños?- Pregunto tranquilo mirando al mayor de los cuatro.

- Queremos ir a ver a Judai pero no podemos ir solos- reveló Yusei mientras trataba de no sonar tan preocupado.

Solomon miro unos momentos al de ojos azules, su cara destinaba nerviosismo y preocupación, tal vez no lo dijera pero el mayor siempre lograba ver más allá que los demas. Con tranquilidad Solomon dio un leve pero firme "si" para luego pararse y junto con los niños más pequeños (quienes seguían abrazados a el) fueron en marcha a la casa del integrante faltante.

Sólo fueron 15 minutos para llegar Hasta la casa de dos pisos color crema, hogar de Judai y Haou. Cuando Solomon tocó la puerta está de abrió brutalmente dejando a un sorprendido anciano y unos asustados niños pues no era para mas, en la puerta se veía a un hombre alto y musculoso, quien sostenía a sus costado maletas. El hombre sólo empujó al abuelo para seguir su camino como si no existiese.

- Niños, por favor, esperen afuera. Yusei cuidalos un rato- ordenó con gentileza Solomon obteniendo respuestas afirmativas de los niños. El anciano se auto invitó al hogar de Judai y con la preocupación a flor de piel, buscaba a la madre de estos, rezando de que sus pensamientos no fueran acertivos.
Cerró la puerta y siguió caminando preocupado por encontrar a los niños, pero no pasaron segundos cuando escucho los sollozos de una mujer, Solomon se dirigió al origen de los sollozos encontrándose con una mujer de piel blanca la cual tenía golpes, al verla rápidamente la levantó.

- ayúdeme por favor - susurraba la fémina entre sollozos.

- todo estará bien - trato de tranquilizar el mayor - ¿Donde están sus hijos? - pregunto mientras sostenía a la mujer para que pudieran salir de ahí.

- en el cuarto de arriba, la puerta está con llave - contesto cansada mientras dejaba de caminar y se recargaba en la pareo - por favor, vaya y saqué los de ahí, yo lo esperaré aquí abajo, estoy muy cansada y me duele todo - sugirió la de cabello negro. Solomon solo asintió y rápidamente fue al segundo piso.

- niños, soy yo, el abuelo. Contesten por favor - el anciano escucho algunos golpes provenientes de una puerta. Con preocupación fue hasta ese lugar y volvió a hablar - Alejense de la puerta, la voy a empujar - y dicho y hecho, con todas las fuerzas que podía tener comenzó a empujar la puerta tratando de abrirla. Le costó mucho pero al final lo logro. Con dificultad entro a paso cansado y fue recibido por el abrazo del menor de los hermanos.

- Abuelo...- sollozaba el menor mientras abrazaba a su ahora héroe.

- judai ¿Estás bien? ¿Te duele algo? - con cuidado separó al castaño para poder examinarlo, todo parecía normal en aquel niño con los ojos rojos y respiración irregular a causa del llanto. Cuando terminó este se le volvió a pegar en busca de protección.

Solomon lo cargo con cuidado para luego mirar a todos lados - ¿Y tu hermano? - judai solo apunto con su dedo índice de la mano derecha a otra puerta.

Con el niño en brazos, Solomon fue a dónde le indico Judai. Al llegar tocó la puerta esperando alguna respuesta.

- Haou, soy yo el abuelo. - nadie contestó. Asustado tomo el pomo de la puerta y rezando para que está esté abierta la movió. Al parecer si lo estaba y con sumo cuidado de no caer por lo cansado que estaba entro viendo una escena que nunca se espero ver.

Rápidamente tapo la vista de Judai para que no viera. Este solo lo abrazo teniendo miedo de su entorno. En frente de ambos se encontraba su hermano, el cual, no sabía si estaba inconsciente o en el caso más grave muerto. Con rapidez se acercó dónde estaba el adolescente el cual tenía marcas de golpes en todo el cuerpo, la sangre le salía por el labio y la nariz, temía que está última estuviera rota. Salió del lugar bajando a Judai para poder hablarle.

- Hijo, debes bajar y decirle a tu mamá que le hable a una ambulancia. No temas mi niño, nadie te hara daño, tu ve y dile eso a tu mamá por favor - Judai aún llorando asintió y corrió hasta la primera planta. En ese momento Solomon volvió a dónde Haou y con su mano trato de encontrar su pulso. Al encontrarlo dió un suspiro de alivio y, con mucho cuidado de no lastimarlo mucho, lo cargo para poder bajar a la primera planta.

Al llegar dejo a Haou en un sillón con cuidado y se dirigió a fuera, en dónde se encontraban los demás.

Mientras Solomon y la fémina hablaban de lo que pasó los niños consolaban a su amigo el cual no dejaba de llorar.

- mi hermano... Quiero a mi hermano... - decía entre el llanto mientras era abrazado por Yusei. Ninguno sabía cómo calmarlo más que dándose palmadas en la espalda o abrazándolo en grupo.

Ese día fue el más cruel en la vida de Judai.

Continuará...

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Holi xd.
Cómo se darán cuenta está historia no la borraré uwu. Más que nada porque si la quiero acabar, si me gusta y por ende la editare para quitar muchas partes de mi horrografia.

Joey: siento que te pasaste con Haou y Judai.

Solo un poquito...

Joey: 7-7

Okay si, les hare la vida cuadritos un poco, pero juro que tendrá un final feliz uwu

Joey: te creeré... Cuando lo vea... Bueno, eso sería todo de nuestra parte, no olviden comentar que les pareció, si estuvo bien, mal, y si les gusto denle estrellita y mucho amor uwu.

Eso me tocaba decir a mi 737

Joey: ni modo XD

Bueno, sin más. Hasta luego ^^/... 7u7/...

En la rareza del corazón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora