2El limbo

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Abrió una gran reja negra.

 Dentro no era como fuera, ya no había ese olor a sangre, tampoco esta me llegaba a los tobillos.

 Estábamos de un prado de pasto negro,había un camino color carmesí, las paredes y techo de aquel lugar era de un rosa carne, zurcado por pequeñas venas, pero la piel era tan fina que dejaba pasar aquella luz dorada, si guardabas silencio y prestabas atención se podía oír el latido de muchos corazones .

Empezamos a caminar por aquel camino. Mientras mas caminábamos mas nos adentrábamos en un espeso bosque, del lado izquierdo del camino, los arboles eran pequeños, con troncos retorcidos y de color negro, pero en su copa tenia bultos de carne, color rosa intenso, las raíces de estos sobresalían de la tierra y eran de un tono verdoso. Del lado derecho los arboles eran iguales, pero mas altos, y en su sima el color se asemejaba mas al color de la piel humana

Caminamos hasta llegar al final del camino, dos arboles, los mas altos, se cruzaban entre si en forma de arco, colgando de estos, había una hamaca y sobre ella, una niña; de piel blanca, vestida con un uniforme antiguo de colegio, con el pelo negro y largo hasta los tobillos, que le tapaba la cara, se mecía suavemente en aquella hamaca

-Lola, queremos pasar

La niña levanto la mirada...

No tenía ojos, en su lugar habia unos agujeros arremolinados color negro azabache, y un hilo rojo cerraba sus labios

Una voz infantil retumbo aquel lugar

-¿Por qué tendría que dejarlos pasar?

-Hades, ella le dijo que vaya a verla

Giro la cabeza hacia mi

-¿eso el verdad?

-s-si –tartamudee

-aun así no dejare que pacen

-¡Lola! –se quejo la joven

-lo lamento Alma, pero no puedo hacer nada, reglas son reglas

-¿sabes quien es el?

-no

-el es el hombre que Hades dijo que quería ver

-oh, ya veo...

Me miro de arriba abajo

-un gusto, mi nombre es Lola, soy una de las hijas de Hades y la el demonio guardián del limbo, no puedo dejarte pasar, a menos que pases una prueba

-¿y cual es? –pregunte

se bajo de aquella hamaca y  fue detrás de uno de esos altos arboles y tomo una canasta de color negro, con hilos rojos entrelazados

-antes de empezar ¿sabes que es el limbo?

-es... donde van los bebes sin bautizar

-es mas que eso, es donde las almas vienen a madurar antes de poder reencarnar ¿entiendes?

-la verdad... no

-eres bastante lento pero ¿Cómo no serlo? Naciste en un mundo en que todos te decían que si eras bueno, al morir ibas al cielo y si no, ibas al infierno ¡cuentos de niños! Nadie que ya pueda caminar es bueno, siempre habrá alguna maldad en su corazón, lo que quiere decir es que todos irían al infierno, así que el cielo es algo innecesario, lo único parecido al cielo es aquí, donde aquellos que no tuvieron la oportunidad de generar maldad vienen a crecer un poco mas y luego reencarnar. En el lado izquierdo, están aquellos que ni siquiera pudieron salir vivos del útero, del derecho, los que no tenían ni un año de nacido, en el fondo de aquí, en ambos arboles mas grandes se encuentran aquellos que no pueden salir de aquí, al igual que Alma, cuyas almas aun puras fueron entregadas a mi madre, al señor de las tinieblas, al dios de la maldad, pero en todo caso ¿ella es mala? Solo decidió enviarme al mundo en un útero mortal, pero mi madre sustituta decidió que no me queria, por eso quede con esta forma, con los ojos que nunca podrán ver la luz y mi boca, que nunca podrá emitir palabras, por eso mi madre decidió que cuide a los míos, a los no deseados, a los olvidados. Por lo que se tu también tienes un deber en este circulo, debes sentir a quienes que ni siquiera pusiste nombre.

Como ir al infierno con un AnónimoWhere stories live. Discover now