13 de Agosto

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<< Algunas veces el silencio conduce tu mente, para trasladarse a un lugar tan lejano >>

- The Neighbourhood, Sweather Weather.

A veces se sienten que están tan perdidos en el mar de la mente, pensando en absolutamente nada, viajando a otras partes, mirando al infinito y ¿se empiezan a sentir completamente solos? La depresión siempre llega sola, jamás avisa, simplemente entra como un ladrón a quitarte lo poco que te queda de felicidad, y, y es tan doloroso, quiero decir, ¿a quién rayos le gusta sentirse deprimido?

Mucha gente no lo entiende y no espero que lo comprendan. La depresión no es un juego, no es sólo un estado de ánimo, es una enfermedad, te puede llevar a la locura.

El viernes desperté en un hospital, tuve un accidente, me desmayé y quedé completamente inconsciente, había recibido un golpe en la cabeza. No daré más detalles por respeto a mí y a una persona que quiero demasiado. No sabía qué hacía allí ¿por qué diablos estaba en una camilla, con una bata de hospital y conectada a un suero a las 3am? Me dolía la cabeza, y sí que me dolía, el golpe fue demasiado fuerte. Tenía los brazos descubiertos, estaba vulnerable, todo el mundo me había visto los brazos. Mierd*.

Me acuerdo de pequeños lapsos de consciencia que tuve en el hospital. Estaba gritando, me sujetaban los brazos, me agitaba con violencia, quería que me soltaran, estaba aprisionada , me sentía aprisionada, estaba llorando, todo me dolía. "Déjenme morir", "Mátenme", "No quiero vivir más, por favor" y gritaba cosas sin (con) sentido por el estilo una y otra vez. Estaba cansada, casi inconsciente, cansada. No me acuerdo de más.

Abrí los ojos, ahí estaba mi mamá con la cara totalmente tensa y preocupada, estaba mi abuela, con los ojos rojos como si hubiera llorado toda la noche. 

-¿Qué pasó?- Veía borroso, no entendía nada y el dolor de cabeza no ayudaba.

-¿No te acuerdas de nada?- Mi abuela me miraba con mucha tristeza. Claro que me acordaba de algunas cosas, sí. Debí romperle el corazón.

-No.- Quería escucharlo de ella. Me daba miedo reconocer la verdad, me daba miedo todo lo que estaba pasando y podía pasar.

-Te desmayaste. Quedaste inconsciente por 3 minutos, 3 eternos minutos. Ella no paraba de llorar. No entendía qué había pasado. Todo sucedió tan rápido.- Me miraba a los ojos buscando que completara sus palabras, me quedé callada.- La ambulancia no llegaba y tú no respondías. Te moviste, abriste los ojos, estabas reaccionando.- Sonreía con los ojos, mostraban esperanza. 

-¿Cómo llegué aquí?- No me acordaba de nada, NO ME ACORDABA DE ABSOLUTAMENTE NADA.

-Íbamos a llevarte en el carro ya que la ambulancia estaba bastante demorada. Cuando íbamos a arrancar, la ambulancia llegó y nos fuimos con ella.- Parecía enojada, preocupada, dolorida, no sé...

-¿Qué pasó con ella? ¿Dónde está ella?- Todo me daba vueltas en la cabeza, quería dormir, pero estaba preocupada, muy preocupada.

-Está en su casa, está bien. Estaba asustada, estaba muy asustada. Si la hubieras visto, no paraba de llorar, estaba muy preocupada por ti.- Maldita sea, soy una estúpida, soy una estúpida. 

-Esta bien.- No quería saber nada más, había cometido un gran error. Estaba cansada. Me quedé dormida.

Podría decirse que estaba completamente consciente a las 6am. El dolor de cabeza no paraba, y cuando me apoyaba en el lado del golpe, diablos, era como un fuerte corrientazo. Me levantaron, me pusieron en silla de ruedas y me tomaron pruebas de TAC (Tomografía Axial Computada), se supone que le sacan radiografías al cerebro para ver si se encuentran alguna anomalía. Salieron los resultados. Estaba sana.

Seguía en la camilla, estaba desesperada, quería salir de allí, ya me habían dado los resultados, ¿ahora qué? ¿por qué tengo que seguir acá?.

Mis brazos, claro, mis brazos. Todo el mundo había visto mis brazos. Malditas cicatrices, maldita depresión, malditas consecuencia, maldita yo.

Llegó la psiquiatra.

Pensé dos cosas. 1. Yo estaba completamente loca, estaba completamente triste. 2. Soy una estúpida.

En resumen, me preguntó cómo me sentía, cada cuánto me sentía triste, qué hacía para controlarme, si había intentado o pensado en el suicidio, si tenía pensamientos sádicos, si me cortaba, en fin... Respondí cada una de sus preguntas con total sinceridad, ella quería ayudarme. Yo quería ayudarme (una contradicción, ya sé). Me diagnosticó "Trastorno Mixto de Ansiedad y Depresión", unas pastillas y unas gotas.

Llevo consumiendo aproximadamente por 4 días y todo ha ido bastante bien. La droga es fuerte, el primer día sufría de temblores constantes, estaba consciente de lo que pasaba pero ausente de la realidad, se me dormían las extremidades...

A lo mejor me pongo bien, quien sabe...

Es demasiado tarde.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora