ChanYeol rodó en la comodidad de su cama para llegar a su celular que estaba sobre la mesita de noche, éste vibraba y emitía una canción de Coldplay avisando que su hora de sueño había terminado.
Suspiró, otro día más en que gastaría gran parte de sus energías para la compañía DDS Entertainment.
Otro día más en que tendría que soportar a Do KyungSoo.
Habiendo apagado la alarma, se sentó en la orilla de la cama y estiró su cuerpo mientras soltaba un gran bostezo. Ya estando más despejado agarró nuevamente el celular para revisar la hora, fue entonces que ChanYeol sintió desfallecer tras darse cuenta de que iba cinco minutos retrasado.
—¡Joder!
Nunca había sido tan rápido para arreglarse como lo fue esa mañana. En menos de cinco minutos ya estaba montado en un taxi dirigiéndose al trabajo, y fue sólo cuestión de veinte minutos para llegar.
Al bajar del vehículo que se estacionó frente al edificio, le echó una mirada al reloj en su muñeca notando que le quedaban tres minutos para entrar y encontrarse puntualmente con su jefe.
ChanYeol pudo sentirse tranquilo otra vez, sin embargo, esta tranquilidad volvió a abandonarlo cuando recordó un pequeño, pero no tan insignificante detalle que se le había escapado por completo:
«El café de mi jefe».
Si había algo que Do KyungSoo no toleraba además de la impuntualidad y la mal vestimenta de sus empleados, era no tener su café listo para cuando llegara a la oficina (cabe recalcar que este debía ser exclusivamente de su cafetería favorita), la cual para la desdicha de ChanYeol, no era la que estaba en el edificio.
ChanYeol echó a andar sus pies, y luego de haber corrido alrededor de cinco calles hacia la cafetería más "cercana" que servía el tipo de café que a su jefe tanto le gustaba, se echó una nueva carrera ya dentro del edificio yendo directamente a la puerta de la oficina de KyungSoo.
Al llegar, intentó no derramar el café mientras recobraba todo el aire perdido apoyado sobre sus rodillas. Una vez que sintió su pecho menos agitado, se incorporó en su lugar colocando su mano en el pomo de la puerta.
—Bien, aquí vamos.
—Alto ahí, parece que has olvidado algo —dijo una conocida voz a sus espaldas, evitando que entrara a la guarida del león—. Nuestro tan adorado y amable señor Do KyungSoo no tolera el color rojo en las corbatas.
Señaló BaekHyun, mirándolo divertido con los brazos cruzados sobre su pecho. El castaño sonrió al ver la abatida expresión de ChanYeol tras ver la prenda roja adornando su cuello.
¡Joder! Cómo había podido olvidarlo cuando en más de una ocasión KyungSoo fue capaz de tirarle a la basura las corbatas que tuviesen, aunque sea una pequeña parte de color rojo. Excusándose con un No soporto ver ese color.
—Venga, quita esa cara, te daré la mía.
ChanYeol suspiró aliviado.
—Te debo una enorme.
—Me la debes desde hace tiempo —respondió BaekHyun con diversión entregándole la prenda azul.
—Oye, no es mi culpa que SeHun aún no haya llamado —bromeó el más alto, soltando una ligera risa mientras retiraba rápidamente su corbata roja sustituyéndola por la azul.
BaekHyun se sonrojó hasta las orejas, tragó saliva e ignoró lo dicho por su amigo.
—Yo también estaría agradecido si algún día me llegas a salvar de esa fiera, así que, de nada.
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Cásate conmigo [ChanSoo]
FanfictionPark ChanYeol había trabajado para Do KyungSoo durante los últimos 3 años como su asistente. Y esos habían sido los 3 años más duros de toda su vida, pues el joven Do, no era precisamente una perita en dulce. Con un problema de por medio difícil de...