Capítulo V: Rompiendo barreras.

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KyungSoo se estremeció ante el frío viento de invierno que envolvió su cuerpo en cuanto salió de la casa. Suspiró, sentándose en la banca que había en el jardín mientras se abrazaba a sí mismo frotando sus brazos de arriba a abajo en un intento fallido de darse calor.

De antemano sabía que ese no era un buen lugar para sentarse a reflexionar cómodamente como le habría gustado, pues el frío congelando sus huesos y haciendo que su labio inferior titiritera era un gran distractor. Sin embargo, al estar en un pueblo desconocido sus opciones no eran muchas y él en realidad lo único que necesitaba eran cinco minutos a solas.

Increíblemente ni siquiera en ese lugar pudo conseguirlos, ya que poco más tarde sintió la presencia de alguien más detrás suyo poniéndole una frazada alrededor de su cuerpo. KyungSoo exhaló cerrando los ojos, sabiendo que aunque quisiera no podía quejarse porque el calor que le proporcionaba aquella prenda no era para nada molesto, al contrario, era acogedor.

Al cabo de unos segundos volvió a abrir los ojos y levantó la mirada encontrándose con la de ChanYeol, quien estando demasiado cerca de su rostro le regaló una pequeña y dulce sonrisa. Entonces él desvío la suya, esperando que el ligero ardor que sintió en sus mejillas no se viera reflejado en su rostro.

Era algo tonto para alguien de su edad (no es que estuviese viejo para esas cosas, pero vamos, tampoco era un adolescente experimentando por primera vez), pero desde que ChanYeol lo besó la noche anterior no podía evitar verlo a los ojos sin sonrojarse. ¿Por qué de pronto le afectaba tanto? No lo sabía. Así como tampoco sabía por qué carajos no lo había golpeado por besarle sin su consentimiento una vez que estuvieron solos en la habitación.

—¿En qué piensas? —preguntó ChanYeol, sentándose a su lado.

—Tu madre quiere que nos casemos aquí.

—Mmm sí, me lo dijo esta mañana.

KyungSoo inhaló hondo, mala idea porque inmediatamente sintió un ligero dolor en su pecho por el frío aire calando en sus pulmones, hizo una pequeña mueca con sus labios y se animó a mirarlo, ChanYeol tenía una expresión serena en su rostro; como si no le afectara en lo más mínimo.

—¿Y qué piensas al respecto?

—Podemos hacerlo —se encogió de hombros—. Lo haremos en Seul de todas formas, será igual si lo hacemos aquí.

Lo dijo de una manera tan despreocupada que incluso él mismo se lo creyó, no obstante, la realidad era otra y ChanYeol tenía perfectamente claro que de ninguna manera sería igual.

Si se casaban en Seul como KyungSoo tenía planeado no harían nada más que firmar un papel y luego cada uno seguiría por su lado, en cambio, si lo hacían en Gangneung su familia querría festejar a lo grande una simple farsa de la que no eran conscientes y KyungSoo no estaba seguro de poder soportarlo.

—¿En verdad quieres hacerlo?

La pregunta salió de entre sus labios sin poder ser detenida, y él ansío una respuesta. Aunque no estaba seguro de si lo que quería escuchar era una respuesta afirmativa o una negativa.

—Pues se supone que ese es el trato, ¿no?

KyungSoo asintió quedamente, suspiró y llevó su mirada hacia enfrente esquivando la de ChanYeol una vez más.

—Agradezco que hagas esto, sé que tenemos un trato y que de alguna manera tú también ganas con esta mentira. Pero, ciertamente, pierdes más de lo que ganas y...

—Tú harías lo mismo por mi —dijo ChanYeol interrumpiéndolo. Consiguiendo que la mirada de KyungSoo volviese a estar puesta en él—. Si yo lo necesitara, me ayudarías, ¿verdad?

Cásate conmigo [ChanSoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora