Vino el amor "Flozmin"

Capitulo 26

- Podés bajar esa arma Florencia

Francesca estaba en un rincón de la pared, mientras Florencia la tenía apuntando con un arma que había sacado de la mesita de luz cuando escucho salir esas palabras de la boca de su hermana. Su corazón se aceleró en solo saber que Jazmín también la había mentido, estaba casada y más ni menos que con su hermana.

- Florencia

- Decime lo que dijiste Francesca.

Francesca suspiro y una sonrisa apareció en su rostro, eso hizo enojar más a Florencia que no entendía la sonrisa estúpida que tenía su hermana.

- Podés dejar de apuntarme y poder hablar bien.

- Está bien.

Florencia dejó caer el arma al piso enseguida que fue agarrada por Francesca que suspiro aliviada, no la tenía tan así.

- Sos salvaje.

- Cuándo vivís sola tenés que aprender a cuidarte.

Florencia empezó a reír y Francesca la miro sin entender.

- ¿Y ahora porque te reís?.

Francesca se cruzó de brazos mirando fijamente a Florencia que no dejaba de reírse. Pero no pudo evitar contagiarse ella también y empezaron una risa sin parar. Una linda imagen de dos hermanas.

- Me vas a contar.

- De tu novia o de la mía.

Florencia la miro fijamente sin entender a lo que decía su hermana.

- ¿Cómo?.

- Mi novia se llama jazmín Del Río, pero vive en Estados unidos, pero no quiere decir que sea tu novia. Igual no está nada mal la colorada.

Florencia se estaba por parar, pero su hermana la agarró del brazo para tirarla a la cama.

- Te estoy jodiendo hermanita.

- Que te dieron de comer un payaso a vos.

- No, pero creo que me hicieron más divertida que a vos.

- Bueno vos estarías igual si te pegan con un palo y apareces en un lugar desconocido.

- Si tienes razón.

Florencia sonrió bajando su mirada. Todavía no lo podía creer lo de tener una hermana igual a ella.

- ¿Querés ir a la estancia?.

- Si por favor, Jazmin debe de estar muy preocupada.

Francesca asintió levemente levantándose de la cama y buscando ropa para Florencia que estaba solo con la bata.

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Jazmín estaba en el despacho de Florencia sentada mirando fijamente la foto, la madrugada llegaba no había podido dormir nada, estaba muy preocupada por su estrella. Tenía miedo de que algo malo le había pasado. No quería ni pensarlo solo la quería de vuelta sana y salva, quería volverla a ver, poder abrazarla.

Ya no sabía qué hacer para que Florencia aparezca, Javier había salido otra vez a buscarla, no iba a estar tranquilo hasta que la morocha aparezca quería poder ya encontrarla. Sabía muy bien lo que se le venía cuando Florencia apareciera, sabía que e iba a enojar por ocultarle las cosas.

Miranda estaba en la misma, tenía miedo de que su amiga se enojara con ella por ocultarle lo de su hermana. Su preocupación estaba de los dos lados por no ver a su amiga. Virginia estaba en ascuas no sabía que pensar. ¿Quién se la pudo a ver llevado?.

- ¿Dónde puede estar?.

- No sé Miru, estoy tan preocupada que no sé que pensar.

- Sabes que se no viene brava no.

Virginia asintió levemente mirando un punto fijo del piso. Sabía cómo era Florencia con ocultarle las cosas, no quería mi imaginar lo que se le venía cuando Flor apareciera.

- Jaz

Jazmín apareció en el living con sus ojos verdes llenos de tristeza, se sentía vacía. Sin ganas de nada, Florencia era todo para ella, era su otra mitad.

- Y si no aparece nunca más.

- Vamos Jaz no pienses en eso.

- Pero porque no aparece, quién fue el desgraciado que me la saco así.

Jazmín volvió a llorar en lo brazos de Virginia. Se sentía un niña. No quería pasar toda la mañana sin saber de Florencia quería que apareciera ya.

- Apareció

Miranda se levantó a penas vio a Javo entrar por la puerta, Javier negó con su cabeza suspirando. Mirando a su amiga cómo lloraba y sufría. Con tanta bronca le pegó una trompada a la pared. Se quedaron en silencio sin saber que hacer. No querían ni pensar en que Florencia le había pasado algo grave.

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- Te lo dije Daniel

Daniel estaba atado a una silla, mientras le pegaba a no más poder, Sergio había cumplido su venganza. Di un minuto a otro le pegó un tiró en la cabeza.

- Trabajo terminado.

Sergio sonrió levemente, alejándose de la pequeña casa que tenía a las afueras de la ciudad.

- Ya saben qué hacer.

Sin más subió a su camioneta y dejó el lugar. No iba a parar hasta tener a Florencia y a su estancia en su poder. Con Daniel o sin Daniel iba a cumplir su cometido de apoderarse de todo lo que quería.

Mariana habia preparado café y un té para jazmín, todos estaban pendientes de los teléfonos, ninguno se quería ir a dormir. Ya estaba amaneciendo y no noticias de Florencia. Hasta que escucharon la voz de ella.

- ¡Flor!.

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Buen día.. Espero que le guste...