Capitulo 18

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La lluvia seguí cayendo torrencialmente, mientras dos cuerpos se descubrían una a otro, dejando pequeños besos por su espalda mientras la otra sonría feliz, se sentía en una nube dónde nadie la bajaría... Sólo una cosa sería la respiración de Florencia sobre su piel que se le erizaba al paso de sus labios.

- Quiero hacerte el amor

Susurró sobre el oído de la colorada que suspiro sintiendo el aliento caliente y la respiración agitada.

- Mm flor

La morocha empezó a dejar besos húmedos por toda la espalda de Jazmín se movía impaciente, con las yemas de sus dedos empezó a rozarlos por los pechos muy despacio, con la punta de su lengua dejo un camino húmedo hasta llegar al muslo y clavo sus dientes fuerte haciendo que Jazmín largue un fuerte gemido.

Bajo despacio su mano acariciando todo el cuerpo de Jazmin que se dió vuelta quedando boca arriba, bajo su mirada encontrándose con esos ojos cafés que están oscuros de lujuria y pasión, la morocha bajo su mirada al centro de Jazmín y se pasó su lengua por los labios, estaba mojada los fluidos bajaban por las piernas de la colorada que las abrió sintiendo las manos de Florencia sobre ellas.

- Quiero probarte

Jazmín tembló sintiendo el aliento sobre su centro, sus manos apretaban los almohadones que estaban abajo de ella, sus caderas se movieron buscando un alivio, su clítoris estaba hinchado, su centro palpitaba quería que la morocha terminará con su tortura.

- Por favor

Florencia se hundió en el centro de Jazmín saboreando cómo si fuera un helado. Pasaba su lengua de un lado a otro de arriba abajo probando toda la humedad que cada vez se notaba más, los gemidos retumbaban en toda la cabaña, sus cuerpos tranpirados, su respiración agitada sus ojos cerrados sintiendo cómo la morocha le daba el mejor de los placeres

Empezó a mover su cadera al compás de la boca de Florencia. La morocha frotaba sin piedad su lengua entre lo labios menores y paladeaba el sabor más íntimo, se enfocó a escuchar los fuertes gemidos y disfrutar del sabor del centro de la mujer que le pedía más a gritos.

La penetró con la lengua sintiendo el líquido caliente que derramaba con cada embestida que hacía, las caderas de Jazmin se movía con urgencia y los gemidos subían de nivel.. pronto sintió su vientre contraerse su cuerpo empezó a temblar, sus piernas no le respondían.

Con un fuerte gemido sintió el mejor orgasmo qué le podían a ver dado en su vida, Florencia succionaba todo el líquido que salía a Jazmín le pareció una eternidad viendo que Florencia no subía. Cuando limpió todo empezó a subir con besos chiquitos pasando sus labios por el cuerpo que estaba sin aliento, le hacía dar saltitos de lo sencible que le había quedado.

Jazmín la agarro de las mejillas y la llevo a su boca probandose ella misma, un sabor único, un beso delicado con amor y pasión

- Te amo mi amor

Le dijo sobre los labios que recibió una grande sonrisa, la morocha se tiró a su lado apoyando la cabeza sobre el pecho de Jazmin que la rodeó con sus brazos y la apretó con la poca fuerza que le quedaba

Disfrutaban sus cuerpos desnudos y juntos, una noche mágica, la lluvia, el fuego, y la pasión no necesitaban nada más eran ellas, se amaban y se entregaron al mejor amor de una a la otra,

Nada más lindo que dormirse abrazadas, sus piernas entrelazadas, sus corazones felices y en paz sabiendo que estarían juntas por siempre...

Mientras ellas dormían en paz juntas, en un lugar del país se estaba armando un plan dónde salían lastimada las dos..

Mientras en otro lugar:

- No sos capaz de hacer nada Caccavella

Dijo un hombre furiosos golpeando su mano sobre el escritorio

- Lo intenté señor

-¡La intentaste!.

Grito haciendo que Daniel e hundiera dónde estaba sentado

- Quiero a Florencia Estrella y a su hacienda para mí

- Usted sólo dijo que quería su hacienda

El hombre río con ironía y se acercó dónde estaba Caccavella y lo miro fijamente agarrándolo del cuello

- Quiero las dos cosas ahora

- Florencia sigue siendo mi mujer

- Que no tenés por ser tan poco hombre

Lo soltó dejándolo caer al piso, mientras se acercaba a su gran ventanal que tenía en su oficina

- Te doy dos días

- Pero

El hombre levantó su mano interrumpiendo lo que ibas decir

- No hay peros, quiero a esa mujer conmigo en dos días, si no date por muerto

- Si señor

El hombre hizo una seña haciendo que Daniel dejé la oficina con caras de pocos amigos, apenas estuvo afuera agarro su celular haciendo una llamada

- Traela cuantos antes

Sin más cortó subiéndose a su auto

- Vas a ver Florencia quien rie último

Vino el amor "Flozmin"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora