Capitulo 32

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Un roce de piel tan simple, tener a la persona qué amas junto a ti. Envuelta en tus brazos mirándola fijamente a los ojos y perderse en ese mar verdes y cafés no sé necesitaba decir más nada, sus miradas decían todos.

El silencio vale mucho más qué una palabra. Dos corazones latiendo de la misma forma el mismo sentido de la melodía, la melodía qué llenaba sus oídos, una sonrisa de parte de cada una. La mirada qué brillaban de amor desbordaban aquella cabaña.

Los grillos se escuchaban de fondo. La brisa del viento entraba por una pequeña rendija, sus manos viajaban por todo su cuerpo. Haciendo círculos en cada escondite del cuerpo, sentir el calor, ese calor qué hacía perder la cabeza.

Suspiros en medio de la noche. Sus ojos verdes la miraban de una forma única, increíble, no podía apartar su mirada de esos ojos qué la tenían muerta de amor. Una conexión qué sólo ellas dos sabían, con sólo mirarse entendían lo qué sentía una por la otra.

Su mano levantó un poco acariciando el pelo, haciendo rulos se enredaban en su pelo. La luna brillaba con mucho resplendor. Las estrellas testigos de una noche de encuentro, una estrella había bajado del cielo para hacerle compañía. Aunque el cielo brillaba de estrellas ella tenía a la mejor.

Ella se levantó haciendo qué jazmín la mirara un poco extraña, la morocha le sonrió de costado alcanzó la bata qué rápidamente agarro. La copa vacía se llenó de vino, tomó un sorbo haciendo qué una gota deslizara por sus labios, apenas con la punta de la lengua la paso por sus labios.

- Quiero mirar las estrellas.

Estiró su mano haciendo qué su amada la agarre sin pensarlo. Las miro y una pequeña sonrisa se escapó de su boca.

- Nuestra mano encajan tan bien.

- Siempre encontrás las palabras correctas.

Con sus manos perfectamente juntas caminaron hasta el balcón, Jasmin se puso detrás de ellas pasando sus manos por la pequeña cintura de la más bajita. Apoyo su cabeza en el hombro suspirando un poco, su mano jugaba con la copa de vino haciendo círculos.

Empezó a cantar una canción despacio, Florencia cerro sus ojos escuchando la melodía en su oído. Las mariposas en su panza andaban cómo abejas. La mejor sonrisa tenía en su rostro, sus ojitos brillaban de felicidad su corazón saltaba en su pecho.

No importaba nada si sólo estaban ellas. Un cielo brillaba, una luna, una copa y un amor.

- Juntas

- Siempre mi amor.

Tú y yo hasta el fin de los tiempos.

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:)

Un capítulo tan simple espero qué les guste.. ❤️❤️

Vino el amor "Flozmin"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora