Él nunca fue romantico, nunca quiso lo mismo que yo para "nosotros" y me dejó. Crei que le dolía como a mí y como siempre, esperé a que volviera, pero un día esperando el bus, paso junto a otra en su auto, sentada en lado del copiloto (donde me sentaba yo) ella jugando con su cabello y hablando, él mirandola como si nunca hubiera visto algo más hermoso. Mi alma se partio, dejé mi fortaleza de lado por unas horas, tal vez días, para llorar.
No dejo de pensar en todo lo que le entregué y cuánto lo amé. No dejo de pensar que si fuera al revés, no solo él haría un caos, si no que el mundo me señalaría como zorra.
Le entregué casi 5 años de mi vida y no agradeció ni un solo segundo.
~Yir