Capitulo 2

75 8 5
                                    



CAPITULO 2

Sobre las seis de la tarde, llego a casa. Nada más entrar por la puerta pongo una lavadora incluyendo la lencería. De mientras saco el vestido, que me pondré esta noche, lo dejo en la cama para escoger el bolso y los zapatos a juego. Una vez lista la lavadora, la meto en la secadora para tenerlo todo a punto.

Me dirijo al baño, lleno la bañera para poder relajarme antes de vestirme, me pongo una mascarilla en el rostro y me relajo unos treinta minutos hasta que me haga efecto. Una vez duchada, me miro en el espejo y pienso que me hago en el pelo. Opto por lo rápido; mi cabello es largo y castaño, por lo que me marco unas ondas y me queda perfecto. Solo falta vestirme y ya estoy lista para salir.

Tengo que reconocer que, cuando me subo en el coche, estoy algo nerviosa. Mi corazón palpita de manera rápida y vivaz porque sabe que esta noche sucederá algo que cambiará completamente mi vida.

La noche está siendo perfecta, hemos cenado y acabamos de tomar las uvas. Después de felicitarnos todos el año, puedo ver como Sergio está cada vez está más nervioso, pero claro, es normal no siempre se le pide matrimonio a alguien.

Mientras termino mi copa, oigo una voz que me susurra por detrás diciéndome:

—Vamos al jardín, tenemos que hablar —no respondo, solo hago caso a sus palabras. Mi corazón empieza a bombear como un descosido. Noto como las piernas comienzan a temblarme.

Una vez fuera, Sergio me agarra de la mano y hace una señal para que me siente, mientras él se coloca a mi lado, aún con mi mano cogida.

—Lo cierto Casie es que no sé cómo decirte esto, pensaba que sería más sencillo, pero no lo es, creo que nos merecemos ser felices. —Ahora, ahora me lo dice, noto como los ojos se me llenan de lágrimas por la emoción que me provoca la situación. Las chicas lo van a flipar.

—Creo que es mejor que cada uno siga su camino. ¿Recuerdas a Jorge? No es solo un compañero de trabajo, nos hemos enamorado y llevamos casi un año viéndonos.  —Espera un momento. ¿Me está dejando? ¿Pero qué cojones me está contando? ¿Qué me he perdido? ¿Y mi pedida de mano? Mi cabeza empieza a dar mil vueltas intentando entender todo lo que me está diciendo.

—Ja ja ja, vamos Sergio, menudo susto me has dado. Por un momento casi me lo creo— digo mientras acaricio su rostro y su cuello. Eso provoca que él aparte su cara de mí bruscamente y entonces veo como se le asoma un colgante con el anillo que vi en el armario, ¡No me jodas! Palidezco en el acto.

—¡Vamos nena! No irás a llorar ¿no? Creo que lo mejor es que te marches, todos aquí saben lo que ocurre y estoy seguro de que esta situación para ti es muy embarazosa. No te preocupes por nada, después de reyes pasamos por tu casa a recoger las cosas que tengo allí, nos tomamos unas cervezas y esas cosas — Noto como la cabeza vuelve de nuevo a darme vueltas, lo peor es que Sergio sigue hablando, pero no entiendo una mierda lo que está diciendo. «Por dios que alguien le calle la puta boca, así no puedo pensar».

—Lo siento Casie, a veces las cosas no salen como uno quiere— lanzo una sonrisa ladeada sin reacción alguna. Necesito salir de aquí cagando leches.

—Será mejor que me vaya— es lo único que puedo decir. Me levanto para ir a buscar mis cosas, pero no me hace falta, porque sale por la puerta "su prometido" con mi bolso y mi abrigo en la mano. «Esto es humillante no, lo siguiente». Intentando que no se me note la cara de mierda que tengo ahora mismo. Disimulo como puedo y evidentemente salgo por la puerta del jardín para que nadie me vea, eso sí, los dos me acompañan hasta ella, mientras me dice Sergio:

Y tú, ¿Crees en el destino?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora