CAPITULO 10

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Camila POV

Esa idiota cree que puede venir a prohibirme con quien puedo salir y con quien no para después irse con la primera zorra que se le cruza. Mientras su supuesta novia encerrada como una estupida.

Si eso es lo que crees Lauren estás muy equivocada. Yo no soy como todas las estupidas con las que has salido antes.

El verla ahí sentada con esa zorra y coqueteando con ella, saco de mi unos celos incontrolables. Y me soy una estupida por sentir eso por alguien que no lo merece.

Pero se acabo, estoy en mi casa arreglándome para salir con Dinah a emborracharme y disfrutar de la noche. Aunque le dije a Lauren que saldría con Ariana solo para provocarle un poco de lo que ella provocó en mi.

Estaba terminando de ponerme mis zapatos cuando alguien comenzó a dar golpes desesperados en la puerta. Estupida Dinah siempre olvida su llave de repuesto.
Iva caminando intentando ponerme los mi zapatilla. Para cuando llegue a la puerta solo me faltaba abrochar el pequeño broche de mi zapatilla. Abrí la puerta sin fijarme quien estaba del otro lado hasta que sentí unos fuertes brazos tomándome de la cintura colocándome contra la puerta cerrándola de golpe.

—¿A donde carajos crees que vas con ese vestido?— dijo Lauren con evidente enojo.
—Y tu crees que yo te daré explicaciones de lo que yo use— dije desafiándola aun más. Disfrutando de su frustración.
—Camila, déjate de juegos, no quieres verme enojada. Estoy tratando de controlarme para no atarte a la cama y azotarte por aver me desobedecido. Te dije que no quería verte cerca de esa tal Ariana. Y te largaste con ella.—dijo con los dientes apretados.
—Y yo te dije que no tengo por qué darte explicaciones. Tu no eres mi madre. Y no tienes ningún derecho de prohibirme nada.
—Por supuesto que lo tengo Camila. Por qué tu me perteneces. Todo tu cuerpo es mío, tus ojos son míos, tu boca es mía, tus pechos son míos, tus piernas, tus muslos son míos, tu culo es mío, y nadie más puede tener lo que es mío por qué soy la persona más egoísta del jodido mundo.—
—Vete al caraj...—no pude terminar de hablar por qué comenzó a besarme tan duro que a los pocos segundo me quede sin aliento.
—No, dile a tu amiguita Ariana que no saldrás por qué tu mujer no te dio permiso.— dijo acercándome mi teléfono mientras besaba mi babilla bajando por mi cuello.
—AAAH!—gemí al sentir su polla ya dura en mi estómago.—No voy a hacer eso.—dije apenas en un susurro.
—Bien no lo hagas. Será mejor si la dejas plantada.—dijo mientras me alzaba para llevarme al sofá de la sala. Hizo que colocara sobre mis rodillas en el y colocó mis brazos en el respaldo, dándole la espalda.
Escuche como desabrochaba su cinturón. La mire por encima de mi hombro derecho y vi cómo bajaba su pantalón junto a sus bóxer blancos. Su polla dio pequeñas sacudidas. Estaba tan dura.
—Si necesitas que dejemos en claro a quien le perteneces eso are.
—Vete al carajo.—dije en un jadeo al sentir como rompía mis bragas, metiéndome de golpe su polla.—AAAH!... LAUREN MÁS RÁPIDO— dije entre gemidos.
—Mmmm! No nena hasta que digas lo que quiero escuchar.—Dijo mientras comenzaba a darme nalgadas.—Este culo es mío—dijo apretando con sus dos manís las mejillas de mi culo.
—No. AAAH! No es tuyo.— sentí otra nalgada más fuerte pero al mismo tiempo placentera.—Yo no te pertenezco. Si quieres una puta. !AAAH!!. Una puta personal por qué no te vas con tu amiguita.— le grite coraje para después morder la almohada del sofá.
—Con que de eso se trata, de tus celos.—dijo con orgullo en su tono.—Dime con quien crees que te engañó.
—Vete a la mierda.—Dije empujándola haciendo que callera al pizo sobre su trasero. Termine de quitarme mis bragas rasgadas. Y me subí a su regazo tomando el control mientras montando su polla.—Disfruta de esto. ¡Aaaah...Aaaah.! Por qué será la última vez.— empecé a sentir los espasmos de mi orgasmo acercándose.
—Mmmm... Nena no te engañes. Aaah!—gimió cuando modi su cuello.—Sabes que este no es el final.
—claro que lo es— dios estaba a punto de llegar al orgasmo— por qué tú te irás a follar con la perra del restaurante de esta tarde—dije enterrando mis uñas en su espalda por aver me imaginado a Lauren con esa perra.— Y yo me iré con Ariana.—dije a punto de llegar. Hasta que sentí que Lauren me sostuvo de la cintura deteniendo mis movimientos. Dejándome al borde del orgasmo.—¿Que haces, por que te detienes?
—TU, Jamás, escúchame bien—Dijo jalándome del pelo en su puño.— Tu jamás estarás con esa mujer. Que te quede claro que no debes acercarte a ella.
—Así, y tu si puedes irte con tus zorras.— dije a la defensiva.
—Si eso es lo que tú crees, déjame decirte que yo no te he engañado con nadie, esa mujer con la que me viste esta tarde no era nada más y nada menos que una socia de mi empresa.
—Si claro, no soy idiota Lauren.
—Si no me crees es tu estupido problema, esa mujer es como mi hermana menor. Y a demás también es la esposa de una de mis mejores amigas.—dijo.

Comenzó a mover mis caderas de forma circular. Pero volvió a detener mis movimientos.
—No dirás nada.
—Que quieres que te diga.—dije con enojo.
—No lo sé quizás, Perdón Lauren por dudar de ti. Soy tuya y de nadie más.— la mire con cara de pocos amigos.
—Bueno no es mi culpa. Así que no veo por qué pedir perdón.
—Entonces es mi culpa.—dijo soltando una carcajada—Bueno se que soy irresistible pero no significa que no sea fiel.
—Te vi coqueteando con ella. Y he estado con mejores.—dije con orgullo esto último.
—Si quizás, estaba coqueteando con ella pero es algo normal. Escúchame bien Camila.—dijo tomándome de la babilla haciendo que la mirara directo a los ojos.— Me gustas no solo físicamente, eres la primera mujer que lo hace. Y no necesito buscar nada más en otra por qué TU me lo das todo.— lo dijo con sinceridad no solo en sus palabras si no también en su mirada. Y eso hizo que mi corazón se acelerara provocando que escuchara mis propios latidos. Quería llorar de alegría. Comencé a besarla para reprimir mis lagrimas. Un beso calmado donde me demostró lo que sentía y lo que yo siento.

Ella comenzó a moverse de nuevo. Sentí sus manos vagar sobre mi espalda hasta llegar a mi trasero moviéndome de manera que hacía círculos sobre su polla sacando gemidos de amabas partes. Hasta que ambas llegamos al orgasmos al mismo tiempo. Jadeando volví a besarla de forma carnal, la necesito, necesito que me de todo de ella.
—Más!— dije sobre sus labios.














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Por favor vayan a leer mi otra historia "Un Ángel Caído" es una adaptación de una saga de libros muy buena.


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She Is Mine (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora