Cap 1

810 60 27
                                    

Al descender del taxi siento cómo la suave brisa me choca contra el rostro provocando que de un suspiro muy grande. Me sorprende ver frente a mis ojos que la nueva casa es aún mejor de lo que pensé. Después de mí, baja mi madre y mi hermana muy felices de ver un nuevo hogar para nuestra familia. Siendo sincero ha sido el viaje más largo de mi vida y no lo digo por el auto sino por todos esos pasajes de tren que tuvimos que tomar para llegar a esta enorme ciudad desde el pequeño pueblo que una vez fue mi hogar, mi trasero ya no puede resistir un minuto más sentado.

Con mucho cuidado retiro las valijas que se encuentran en el maletero y con ayuda de Carol logramos subirlas al porche. Ambas muy emocionadas entran a observar la casa de arriba a bajo, yo por lo pronto prefiero quedarme fuera observando el vecindario con gran detalle, la vista es muy linda y según lo que escuché es de clase media alta.

Hace un par de semanas mamá aceptó un nuevo empleo aquí y esa es la razón por la que nos tuvimos que mudar a este sitio, vivíamos en pequeño pueblo al sur del país así que espero que no sea difícil acostumbrarnos a una zona urbana muy grande como esta.

Lentamente bajo las escaleras del porche y al final me recuesto un momento sobre el césped del jardín principal que tiene decoraciones muy fascinantes, como esas flores color purpura en los arbustos. Cierro los ojos por un momento y me concentro en escuchar cada sonido que se apodera de mis oídos: risas de niños, campanillas de bicicletas, hojas de arboles cayendo a causa del viento, todo va excelente, hasta que el sonido del motor de un automóvil aparece de pronto creando una sensación muy molesta para mí, lo curioso es que se estaciona frente a la casa de al lado; que por cierto es todavía más hermosa y grande que la nuestra. El motor se apaga al igual que el rock clásico que llevaba en el reproductor y entonces por la puerta del piloto aparece un chico más o menos de mi edad, lleva una camiseta blanca al igual que gafas de sol, es de piel blanca y lleva el cabello revuelto. Por suerte no se da cuenta de mi presencia y solo entra a su casa.

-¿Guillermo? Ven a conocer tu habitación mi amor -grita mi madre desde adentro.

Me levanto rápidamente y remuevo el césped que quedó impregnado en mi ropa, tomo mi valija dirigiéndola a lo que será mi nueva habitación.

-Sube amor, el resto de tus cosas están en la habitación de la izquierda -dice mi madre mientras retira el plástico de las cosas que se encuentran en la sala.

La mudanza se encargó de traer muebles y aparatos, supongo que mamá les dio órdenes de colocar todo al modo que ellos creyeran conveniente.

-Gracias mamá.

Subo las escaleras hasta llegar al segundo piso.

-Esa es tu habitación -dice Carol señalando una puerta frente a la suya.

-De verdad me conoces muy bien hermanito -sonríe muy grande.

-Seguramente te dieron la habitación más grande.

-Te amo -cierra la puerta, ahogo una risa.

Es típico de Carol , a sus quince años es más valiente y fuerte que yo, por suerte ambos tenemos una buena relación de hermanos.

Al cruzar la puerta, se siente como si el tiempo se detuviera por un par de minutos, mis ojos se encargan de observar cada rincón de este diminuto espacio, al menos ya tengo un baño propio y es que no es fácil compartirlo cuando solo vives con dos mujeres. Dejo mi maleta sobre la cama y me dirijo hasta la enorme ventana que ocupa la mayor parte de toda la habitación, cerraré las cortinas ya que necesito algo de privacidad en este momento. Antes de cubrir el cristal con la suave tela color marrón, me doy cuenta que frente a mí se encuentra la casa del chico con el auto lujoso, no es todo, su habitación está justo frente a la mía, sé perfectamente que le pertenece porque ahí se encuentra él mirándose en el espejo, admito que es atractivo y es que yo distingo cuando una persona tiene las suerte de tener belleza incluida.

Give me love-Wigetta[Adaptación]#1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora