Give me love-Wigetta[Adaptación]#1

Cap 41

Intento una o mil veces teclear en la pantalla un mensaje para Lana de cómo vi a su novio charlando con Karen, pero no tengo las palabras indicadas para justificar el hecho. Puede que se lo pregunte a él y simplemente responda que no es verdad. Es su novio y obviamente le va a creer.

Cuando está en su casillero me acerco actuando naturalmente, por lo pronto fingiré que no vi nada hasta tener las pruebas suficientes de que Luzu o en este caso Karen traman algo.

-Lana ¿de verdad conoces bien a Luzu?

Ella me mira con el ceño fruncido.

-¿Qué?

-Bueno, es que -ni si quiera he dicho algo y ya estoy empezando a sudar, siento los labios secos y mucosa asquerosa sobre la garganta al tragar saliva.

-Claro que si, de lo contrario no sería mi novio.

Cierra su casillero y comienza a caminar por el pasillo, yo sigo detrás de ella intentando buscar una excusa, pero para mi mala suerte ella se pierde en el baño.

-Mierda, no sé que hacer -me apoyo sobre la pared.

Me froto las sienes intentando seguir pensando en algo y entonces el camino se ilumina cuando Karen aparece entregando volantes de ella misma para reina. ¿Cómo no lo pensé antes? De prisa me acerco hasta donde está ella.

-Karen ¿podemos hablar?

-Hola Guillermo, toma, por favor vota por nosotros.

En el volante hay una foto de ambos muy abrazados, supongo que fue la época donde eran novios.

-¿En serio?

-¿Qué? Son las únicas fotos que conservo.

Pongo los ojos en blanco y la tomo por el brazo para ir a un lugar más privado

-Oye, dijiste que no había problema si Samuel es mi rey.

-No es eso -hago una pausa muy breve -¿Qué relación tienes con Luzu?

Ella frunce el ceño.

-¿Luzu? ¿Qué Luzu?

-Te vi hablando con él en el carnaval.

Entonces su rostro cambia totalmente, ahora parece como si estuviera asustada. Incluso sus manos comienzan a temblar un poco, nunca la había visto así desde que supe sobre su embarazo.

-Creo que no es de tu incumbencia, ahora si me disculpa -me da un empujón -tengo que seguir entregando volantes.

-¿También duermes con él?

Ella vuelve conmigo y me da una gran bofetada. Tiene los ojos cristalizados y me mira de una manera desagradable. La mejilla me arde, supongo que la próxima vez intentaré pensar las cosas antes de decirlas.

Cuando regreso al pasillo Vegetta aparece a un par de metros y al ver mi estado se acerca rápidamente.

-¿Qué te sucedió?

-Fue mi culpa, no te preocupes.

-¿Quién te lo hizo? -me frota la mejilla.

-Karen, solo le dije que si también se acostaba con Luzu.

-Ops, eso fue muy grosero.

-No tienes que decirme lo que ya sé, no fue mi intención.

Tendré que encontrar una manera de hablar nuevamente con ella, solo que esta vez intentaré no ser grosero. Metí la pata y ahora tengo que arreglar las cosas con ellas y de una vez por todas me diga qué relación tiene con Luzu.