𝐐𝐔𝐈𝐑𝐊𝐒 « 𝖻𝗇𝗁𝖺 »

𝗤𝘂𝗶𝗻𝗰𝗲

Después de que Aizawa me dejase en casa empecé a sentirme mal y de eso ya había sido hace un día. Surgió de la nada, así como cuando te da un resfriado, que es inesperado y devastador. Pero, de las pocas enfermedades que he llegado a padecer, esta no se le comparaba a ninguna otra. La cabeza no dejaba de dolerme y en mi estómago sentía algo retorcerse dentro de mí, en donde no importaba qué comiera, mi cuerpo no podía aceptar nada sin que yo acabase con la cabeza en el retrete devolviéndolo todo al par de horas.

Tenía sus excepciones. Lo único que mi metabolismo aceptaba era el té que la señora Amajiki me había obsequiado. No sabía por qué y ciertamente no me importaba mucho, al ya adaptarme a su horrible sabor, para mí con eso bastaba por ahora. Adición a que fuese lo único que podía soportar, este me hacía dormir de golpe como la anciana había prometido, cosa que compensaba mi mala alimentación y el tormento en mi cabeza que Aren había resurgido desde hace días.

Pero, la situación era que hoy era un mal momento para estar enferma, puesto que había entrenamiento con All Might.

—¡¿Y por qué diablos yo tengo que ser la víctima?!

Furiosa, me masajeé las sienes previendo un intenso dolor de cabeza aproximarse, empeorando mi mal humor gracias a los ruidosos gritos de Kacchan.

—Porque sí y ya —espeté. Pero siguió peleando ante la injusticia.

Mis dolores provocaron que llegase tarde a clase, por lo que a mi llegada a la simulación de bosque en el campo de la LSI, donde se realizaría la primera ronda, me encontré con que tendríamos un enfrentamiento entre héroes y villanos -fingido, por si las dudas-, en el que habría un rehén de por medio. Kaminari, Jiro y Momo serían los buenos y Todoroki, Mineta y yo seríamos los malos, con Kacchan como la víctima a la que habíamos "secuestrado" y ellos teniendo la tarea de salvarle y capturarnos a la vez; nosotros tendríamos que impedirlo.

"Yo villana, que pésima coincidencia."

Según las instrucciones que Todoroki me dio, nuestra víctima debía estar atada y fingir haber sido gravemente herida -un pequeño detalle cortesía de All Might para ver qué actitudes tomaban los héroes y cómo los villanos lo usaban a beneficio propio-. Pero Kacchan estaba tan enojado con la posición que se le había dado que desde el comienzo venía dando la mayor pataleta de su vida. El necio no se prestaba para nada. Sentado en postura india y brazos cruzados, nos amenazaba cada que nos veía acercárnosle para atarle o cuando le sugeríamos que tomase su papel. Repetía constantemente que lo suyo era estar en la acción, no de mirón e inservible.

Fui hasta la entrada de la cueva -una que descubrimos de casualidad tan pronto inició el enfrentamiento y usamos como refugio en lo que ideábamos un plan-, dejando a mis compañeros de equipo cargando con el berrinche del rubio. De seguir en ese modo recurriríamos a medidas extremas. Era tan escandaloso que podría revelar nuestra posición a los héroes.

Tomé aire con lentitud, aguantando las ganas de doblarme hacia adelante al reconocer los espasmos que estaban por hacer presencia. Otra vez los dolores.

—Villanos, les recuerdo que tienen que evitar ser atrapados y que la víctima sea salvada.

—Ya lo sé, ya lo sé —respondí a la voz de All Might a través del intercomunicador en mi oreja, sonando más brusca de lo buscaba. Él no añadió nada a eso.

Todo lo que decía y hacía también era presenciado en directo por el resto de mis compañeros de clase a través de una cabina confinada al otro extremo de la LSI. Pequeñas cámaras se encontraban en cada esquina del recinto y manteníamos la comunicación a través de los intercomunicadores que nos fueron otorgados a cada estudiante.