Capítulo 1. "El otro lado de la Luna"

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Capítulo 1. “El otro lado de la Luna”

Desperté. Otro día lleno de desolación. Mi madre seguía internada. Nunca me imaginé que el simple hecho de recordar algo la pusiera tan vulnerable, a tal grado de olvidar como cruzar las calles y terminar arrollada por un camión… De haber sabido, nunca hubiera mencionado la foto…

>Flashback<

Salí corriendo. No es que fuese a llegar tarde, simplemente tenía ansias de saber cuál había sido el resultado del examen para la universidad. Tenía miedo pero a la vez, confianza de que todo lo que vendría sería para bien.

Pase casi de largo por el camino que conduce a la escuela y que está cubierto de árboles “Sakura”, esos cerezos que se caían en flores de colores que iban desde el blanco hasta el durazno pasando por el rosa pastel y el salmón. Decidí bajar la velocidad, espectáculos tan impresionantes merecen unos minutos de atención.

La multitud permanecía pegada al tablón de anuncios que estaba colocado a mitad del patio. Decidí que empujar a la gente sería la mejor opción para acercarme. Hurgue en mi bolso, en busca del papel con mi número de registro y entrecerré los ojos tratando de adquirir mirada “zoom” en busca de que los números coincidieran…

–31104322… Donde… ¿Dónde? –susurraba para mí misma hasta dar con el numero –¡¡31104322!! –Grité.

–¡Buen trabajo! –dijo mi madre desde el otro lado de lo que quedaba de la cocina –Sabía que lo lograrías –sonreí y dejé mi bolso en el sofá para acercarme hasta ella

–Gracias… Y gracias por tu apoyo incondicional –puse la barbilla en una de esas cientos de cajas de cartón que ahora adornaban la casa

–Bueno, te parece si terminas de empacar lo del ático mientras yo compro la cena –hice mueca de desaprobación – ¡Tenemos que festejar! Y no pienso sacar todo lo de la cocina… A no ser que lo empaques de nuevo…

–Corre por la cena, me voy al ático

–¡Ja! Gane –dijo triunfante

siempre –reí mientras subía mi bolso a mi ex habitación y me dirigía a terminar de empacar lo del ático.

Ya estaba casi terminado, sólo había unas lámparas, baratijas y polvo, mucho polvo. Empaqué los álbumes de fotografías, libros y recetarios, discos de vinilo y me disponía a barrer para dejar todo listo cuando, en una de la esquinas encontré una vieja fotografía. Era mi madre de joven y junto a ella se encontraba un chico de cabellos largos, apuesto, fornido… ¿Por qué mi madre nunca me había hablado de él? Seguramente fue uno de esos amores pasados y obviamente, debía ocultar la evidencia de mi padre, guardando ese recuerdo en el ático. Aun así no me quedaría con las ganas de descubrir esa faceta de la vida de mi madre.

–¿Min Jung? ¿Mar? –el sonido de la puerta me sorprendió y bajé a saludar a mi padre

–¡Padre! –dije tacleándolo

–¡Hija! Muchas felicidades –ese hombre alto de piel morena clara y mirada dulce me entrego un regalo

–¡Ocurrió un milagro!

–No Mar, nunca dude de ti –sonreí

–Gracias…

–¿Dónde anda tu madre?

Regreso a ti~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora