Imaginación

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La noche estaba fría y seca, el aire parecía cortar, correr con esos climas no eran posible, al menos no para Aksel, el pequeño se aferraba a la vida, debía encontrar a Mara. Minutos antes al pequeño Aksel lo llevaban como muñeco, pero él era escurridizo, buscó la manera de morder al que lo llevaba (que solo era uno) y escapar. Ahora corría para esconderse, se sentía muy aterrado, hace varios minutos que a su secuestrador lo había perdido, pero el sabía que si se detenía lo atraparían, además estaba preocupado por Mara, se había quedado, no podía regresar allí, lo atraparían de nuevo, pero no podía dejar atrás a Mara, era su mejor amiga y hermana. Llegó a una tienda de víveres y encontró la manera de entrar por la puerta trasera y se escondió. Permaneció por mucho tiempo que le pareció milenios, y ningún rastro de su secuestrador. Salió con un plan, no podía dejar a Mara, juntos debían encontrar a su padre y volver a estar los tres juntos, caminaba con mucho sigilo, en una esquina pudo ver a su secuestrador buscándolo, hizo planos en su cabeza y lo esquivó. Caminó por varias calles y escuchó gritos que proveían de menos de quince metros de donde él estaba, se fue con mucho cuidado para no ser visto, al llegar se escondió detrás de un árbol. Pudo ver un líquido rojo en el suelo y dos tipos, el uno sentado que se quejaba y el otro le ponía ropa encima. Quería saber que estaba pasando y porque había tanto de ese líquido rojo sobre la nieve, en ese momento cuando se acercaba una mano toca su hombro: su secuestrador. Agarra a Aksel, este forcejea por escaparse y morderlo de nuevo, pero su plan falla, los otros dos tipos se dan cuenta y llaman al secuestrador; el que estaba en el suelo era Vatus y el otro Aabon. 

—Es el mocoso —dice Aabon

— ¿Cómo se te escapó? 

—Es muy escurridizo, pero esta vez lamentará haber huido —dijo el secuestrador llevándolo hacia Vatus. 

Aksel quedó sorprendido al darse cuenta que el líquido rojo que se encontraba en el suelo era sangre y que los pantalones del sujeto grande estaban teñidos, pero la sorpresa se acabó rápido, entró en pánico en pensar que le harían lo mismo, se veía a si mismo en el suelo bañado de su propia sangre ¿Dónde estaba Mara? Lo tiraron al suelo y le dieron un golpe en la cara a Aksel, brotó sangre de su nariz y labio, su rostro se hinchó y el dolor que sintió no fue muy agradable, pero parecía que su suerte iba a cambiar, escuchó hablar a alguien con una fuerte voz masculina. 

—¡Hey! ¿Qué está pasando aquí? —Todos voltearon a ver al tipo, hasta Aksel con su ojo hinchado. 

Era un tipo alto de 1.90mt de alto, de contextura gruesa, para Aksel lo vio como un héroe a su rescate, el tipo podía acabar con todos en un instante. 

—¡Lárgate si no quieres morir, pedazo de estiércol! —Dijo Vatus escupiendo al acabar su frase.

—Parece que ustedes necesitan unas lecciones de moral, chicos —dijo el héroe de Aksel.

Los tres que estaban alrededor de Vatus se levantaron, incluido Aabon y fueron hacia el héroe de Aksel. Todos atacaron a la vez, comenzó como una buena pelea, pero eran tres contra uno, al héroe de Aksel lo acabaron a golpes. El infeliz (héroe de Aksel) estaba en el piso recibiendo golpes brutales, las esperanzas de Aksel volaban ya muy lejos de él. Luego de haber escupido y orinado encima al héroe de Aksel, los tres volvieron donde estaba sentado Vatus.

—Ese imbécil se creía héroe —dijo uno de los acompañantes de Aabon. 

—Recibió lo que merecía —dijo Aabon— ahora ¿qué harás con ese mocoso, Dirt?

—Que lo diga Vatus, fue su idea —dijo Dirt sosteniendo a Aksel para que no escapara, pero este estaba en shock, quedó paralizado de miedo. 

—No me importa lo que hagan con el chico, no vale tanto como la zorra que se les escapó, ¡pedazos de basuras! —Dijo Vatus tan furioso que parecía que la vena de su frente se le reventaría en cualquier momento.

 —¿Por qué no violamos y matamos al chico? —Opinó Dirt sonriendo. 

—Lo de matarlo me agrada, pero violarlo no es de mi estilo, encárgate tú —dijo Aabon. 

Aabon ayudó a Vatus a ponerse de pie y se alejaron del lugar juntos con los demás, solo quedó Dirt y Aksel. 

—Ahora te arrepentirás por haber escapado, mocoso — dijo Dirt en modo morboso dándole otro golpe a Aksel, haciéndolo caer— tengo tantas cosas que probar contigo —lo dijo mientras se manoseaba la entrepierna. 

Dirt comenzó a golpearlo y quitarle la ropa. Aksel solo podía llorar, su corazón había dejado de latir tan fuerte, ahora solo podía esperar encontrar a su padre en otra vida.

¿Por qué tuvo que pasarle esto a él? Todo lo que le iba a pasar era culpa de su padre, tuvo que desaparecer cuando más lo necesitaba, lo dejó solo y su destino había llegado a ser tan cruel, Mara posiblemente estaba muerta y la culpa era de su padre o... ¡de él!, Él insistió en buscar a su padre, le rogó a Mara, él había matado a Mara y ahora se iba a matar a sí mismo. No era culpa de su padre, sino de él. 

Lloró.

Kurs: La BúsquedaWhere stories live. Discover now