*Narra Malú*
Recibí el mensaje de Maddy, aunque no fui capaz de contestar nunca, y siempre que quería hacerlo se me iba la fuerza y nunca me sentía valiente.
Y así pasaban los días, uno detrás de otro. Mi hermano seguía teniendo relación con ella, se convirtieron como en hermanos, y de vez en cuando me contaba que tal estaba.*Narra Maddy*
Tres meses mas tarde seguía sin saber nada de Malú, la echaba muchísimo de menos. Seguía viviendo en nuestra casa, era grande y había habitado un espacio para el cuarto de la niña.
La tripa no hacía mas que crecer y yo estaba feliz e ilusionada, con ganas de verle la cara. Adriana, la novia de Jose, llevaba ya 8 meses de embarazo, lo que significaba que nacerían prácticamente a la vez y esperaba que fueran unas amigas espectaculares.
Durante mucho tiempo dudé en que nombre darle a mi pequeña, pero lo tenía claro. El 11 de Octubre, volviendo del colegio rompí aguas, estaba asustada, era muy pronto para que mi pequeña naciera, estaba solo de siete meses. Llamé a Jose, era de las pocas personas a las que conocía aquí. No tardo mas de cinco minutos en venir y fuimos corriendo al hospital. Por un segundo dudamos en si avisar a Malú, pero para que, estaba muy claro que no quería saber nada, ni de mi ni de la pequeña.
Tras dos horas de parto nació la pequeña.
*Narra Jose*
Habían sido unos meses muy duros. Nunca entendí que mi hermana se fuera, podía haber grabado el disco perfectamente aquí, la hubieramos ayudado todos. No fue capaz de venir a ver a Maddy tan si quiera cuando le contó que la forzaron y debido a eso estaba embaraza.
Había roto con su vida aquí, y aunque seguía teniendo relación conmigo, Adri y mi madre, no quería saber nada de Maddy. Creo que tenía un miedo terrible de perderla, y que aunque lo ansiaba, no estaba preparada para ser madre.
Unas horas más tarde pude entrar a ver a Maddy, aunque los médicos me avisaron que la niña había nacido muy débil y que si pasaba la noche sería un auténtico milagro.
*Narra Maddy*
No había visto a la niña porque rapidamente se la habían llevado a neonatos, pero entró Jose para amenizarme la espera.
+ ¿La has visto Jose?
Jose: Es igualita a ti cielo, es preciosa.
Y sonreí, era mía, mi pequeña. Ella no podía dejarme, era para siempre.