Capitulo 28 - Soñando contigo

278 21 1
                                    

*Narra Maddy*

Tras tres días espectaculares en Mexico, nos vamos al aeropuerto, siguiente destino y vuelven a despertar mis terribles nervios por donde vamos, me siento, la prometí que esperaría y no preguntaría tanto.

Abro mi bloc de notas en el móvil y empiezo una canción mientras la miro.

<<Me pilló desprevenida, tanta vida de repente. Me pilló tan indefensa, tú verdad tan inconsciente. Justo abrazas mi necesidad de abrazo, y me rompes las ventanas, y apareces de un portazo. Hoy no entiendo de destino, ni pretendo hacerlo. Pero llegas entregando tus maneras, inventando una salida, regalando primavera, desnudándome los miedos, cada vez que me persigues, cuando doy la vuelta>>

*Narra Malú*

La veo escribir en sus notas, esta componiendo y me produce tanto sentimiento que una lágrima se camufla entre mis mejillas, rápido me la limpio y le acaricio la pierna.

Soy consciente de lo que nos ha costado llegar aquí, y de lo mucho que hemos luchado y estoy orgullosa de nosotras, de ella y de que sea la mujer que es ahora. Es increíble su valentía, su generosidad, y su fuerza. Nunca me creeré que me perdonara, que me diera la oportunidad de quererla de nuevo aunque nunca deje de hacerlo.

Llegamos a nuestro destino unas horas después, sus caras son de asombro puro están emocionadas, y yo soy feliz por haber podido cumplir uno de sus sueños. Agarro la mano de mi futura mujer y de mi hija y ponemos rumbo al hotel, hemos decidido ir andando e ir contagiándonos de su gente y sus calles mientras hacemos mil fotos y compramos un helado a la nena.

*Narra Maddy*

Cada vez me sorprendía más esta mujer, sus sorpresas y su manera de querernos. Creo que la perdone por ello, porque vi en su mirada su amor y su arrepentimiento, veía su sinceridad y su nudo en la garganta. Fui muy consciente de que la quería y que mi vida sería ella, fuera o no la decisión correcta yo estaba destinada a amarla de por vida, y me alegraba de que fuera ella la mujer de mi vida.

Al llegar al hotel nos ponemos el bañador y bajamos a la playa,  Lucia corretea por la arena con todos sus juguetes, dejamos las cosas en la arena y corremos a bañarnos, somos felices y desprendemos felicidad.

Nos hacemos aguadillas, nadamos y disfrutamos nosotras y la niña. Y es que estoy orgullosa de haber llegado hasta donde estamos, aunque debería decírselo a ella para borrarle sus miedos.

Lejos de ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora