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El día transcurrió como siempre, por desgracia, Park Jimin seguía intentando acercarse a mi. Llevaba 5 años así, ¿No se cansaría nunca?

Cuando pasé del instituto publico al instituto de formación artística llegué a pensar que me libraría de él, pero no. Tuve la mala suerte que Jimin me siguiese hasta aquí.

-Buenos días, Yoongi- escuché mientras me sentaba en mi sitio. Sí, me sentaba con él, no sé cómo consiguió que le dejasen cambiar de sitio y ponerse a mi lado, pero lo hizo.

-Park- dije en modo de saludo.

-¿Qué tal te fue la semana?

-Bien.

-¿Qué haces esta noche?

-Tengo planes.-Esa noche iría a una fiesta que organizaba un chico de mi clase, me invitó porque sabía que yo podía llevar la "alegría" a la fiesta.

-Oh, qué bien. Yo tengo una fiesta.

-Ah...- por favor que no sea la misma que la mía, sé que es amigo de Jung Hoseok, pero Jimin no tenía mucha pinta de ese tipo de fiestas.

-Me hace mucha ilusión ir, es mi primera fiesta de ese tipo.

-¿De qué tipo?- pregunté con esperanza de obtener algún tipo de información.

-Bueno, las fiestas a las que voy yo no son como las tuyas, en mis discotecas el consumo de alcohol es muy pequeño. Pero esta noche iré a casa de Hobi y la verdad, tengo muchas ganas. ¿Tú vendrás? Sé que te hablas con él.- Mis ojos se cerraron en modo de decepción por unos segundos.

-Sí Park, iré, pero no te ilusiones, entregaré unas cosas y me iré.- Jimin rió.

-No me ilusiono, Suga.

-Te dije que no me llames así.- Lo fulminé con la mirada.

-Es que mira tu piel, es blanquísima. Además, creo que en el fondo eres tan dulce como el azúcar, Suga- me sonrió. Le pegué un puñetazo en el hombro a lo que rió más fuerte y se sobó la parte lastimada.- Algún día me mostrarás tu parte dulce que escondes tanto.

-Yo de eso no tengo.- mi mirada se notó más relajada. Ya me había acostumbrado a tener a Jimin rondando a mi vera.- Algún día me libraré de ti- dije tratando de desfiarle.

-Nunca, el día que te falte me buscarás y te darás cuenta de que me necesitas.- sonreí un poco, pero en cuanto me di cuenta volví a mi estado natural de seriedad. A todo esto, nuestra conversación concluyó cuando entró el profesor. 

Tenía la esperanza de que el rubio no me hubiese visto sonreír, pero cuando comenzó la clase escuché un susurro en mi oreja que hizo que recorriera un escalofrío por todo mi cuerpo.

-Tu sonrisa es muy dulce. Min.- respondí con un golpe en su pierna por debajo de la mesa y oprimí otra sonrisa. La situación me obligó a quitarme la sudadera debido al calor en pleno invierno, la colgué en el perchero al lado de Jimin, a lo que este la cogió y se la puso.

-¿Qué haces?

-Tengo frío.

-¿Y a mi qué? Tienes tu chaqueta.

-Es muy grande, no me deja escribir.

-Pero...

-Te estoy enseñando a compartir, cállate, Min.

-Señor Min ¿tiene algo que explicar a la clase junto al señor Park?- nos regañó el profesor.

-N-no, lo siento profesor.- respondí, a lo que Jimin rió.- Te odio- le susurré al pequeño.

Save Me [YOONMIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora