VII

67 14 3
                                    

Marco dejo de ir al café por dos semanas. Por el contrario, veía a Rodrigo todas las noches cuando él salía de trabajar, incluso me dio todo el dinero que había ahorrado.

Durante el fin de semana, hicimos algo rico de comer, su familia y la mía estábamos reunidas. Todos estaban muy felices, incluso mis suegros quienes me querían como a una hija.

- Bien, el motivo de esta comida es especial- Dijo Rodrigo- Queremos anunciarles que Eleonora y yo nos hemos comprometido, queremos casarnos el próximo año y esperamos contar con su bendición.
- ¡Felicidades!- Exclamaron todos.
- Gracias, realmente nos hace felices anunciarles esto- Sonreí.
- Es una maravillosa noticia, tú eres como nuestra hija Eleonora, cuentas con nuestra aprobación- Dijo amablemente el padre de Rodrigo.
- De igual manera Rodrigo es como nuestro hijo, es una felicidad tan grande el que ustedes se casen- Dijo mi padre.
- Gracias a todos- Respondió Rodrigo.
- ¿Y han pensado como quieren su boda?- Preguntó mi madre.
- Yo quería algo grande y lujoso, pero creo que tendremos que conformarnos con algo pequeño- Respondí.
- La situacion está muy difícil, es mejor que sea algo sencillo pero que recuerden con mucho amor para siempre.

La plática fue muy agradable, hasta que caí de frente a la realidad, mis sueños no iban a cumplirse junto a él. Al pasar el día me fui resignando poco a poco a que mi futuro sería diferente al que yo quería.

Al siguiente día en la cafetería, me sentí tan mal, tan culpable. Así que decidí pedirle un consejo a la cocinera.

- ¿Qué debo hacer? Sabes que amo a Rodrigo con todo el corazón, pero no quiero seguir siendo pobre... Quiero tenerlo todo. En cuanto a Marco, el no quizo aceptar lo que le pedí, eso lo descarta de la lista- Confesé.
- Eleonora, nada en esta vida es fácil, si quieres dinero tienes que trabajar mucho o conseguir a un hombre con dinero, Rodrigo no lo es... Entonces no hay que pensar, vótalo y consiguete a otro, alguien que te dé todo lo que mereces cariño.
- Pero yo lo amo...
- No creo que lo ames lo suficientemente, si tu amor fuera tan grande como dices, entonces aceptarias vivir la vida que el puede darte. Además, tampoco amas a Marco, solo amas lo que el puede darte. Querida, este es mi consejo: No te quedes con quién no te satisfaga en cualquier aspecto ¿Por qué? Porque será difícil para ti al pasar el tiempo- Me aconsejo la cocinera.
- Tienes razón, muchas gracias.

Sus palabras me dejaron pensando, pero no sabía exactamente qué hacer.
Pasaron dos semanas hasta que Marcó volvió a aparecer en la cafetería, pero en vez de sentarse y esperar a que lo atendiera, fue a mi encuentro y me tomo del brazo.

- Eleonora, necesito verte en el mismo lugar a la misma hora, por favor.
- Ahí estare- Respondí.
- Gracias, nos vemos hasta entonces- Se despidió y se fue.

Me sentía curiosa por saber que me diría, sentía que había una pequeña esperanza aún.

EleonoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora