III. ¿Hermano?

605 64 85
                                    

—Milo... Amor, tú... —dio un suspiro para continuar—. ¡Tendrás un hermanito!... —comento feliz, el peliverde miro a su hijo que no tenía expresión alguna eso le preocupó un poco—. Milo... ¿Estás bien manzanita?...

—Si... —respondió cabizbajo.

— ¿Seguro? —el pequeño no respondió ante eso y baja más su mirada—. ¿Acaso no quieres a tu hermanito?

—Sí, pero... ¿Qué se siente tener uno mami? —pregunto, el mayor lo pensó unos cuantos minutos para volver a hablar.

—Pues tener un hermanito se siente.... Pues... Como decirlo... Es lo más hermoso que puedas tener. Te hará siempre compañía, se contarán todo con confianza y nunca se sentirán solos por qué siempre se tendrán el uno para el otro mi bebé.

— ¿En serio? —se asombró, entonces ya tendría un compañero de juegos, sonrió—, entonces lo quiero, ¿En dónde está? —pregunto mirando a todos lados, Degel ríe al igual que sus abuelos y su padre.

—Está en mi estómago mi manzanita —el pequeño en ese momento abre los ojos como platos.

— ¿Mami te lo comiste? —pregunto sorprendido, ese comentario hizo que Kardia empezara a reír a más no poder como un loco desquiciado, Degel lo mira frío y molesto, no estaba ayudando en nada con reírse.

—Perdón, perdón —se disculpó, pero no duro mucho en ese estado ya que hecho a reír en carcajadas con su padre Zaphiri.

—Si no te callas te juro Kardia Scorpio Antares que no te dejo comer manzanas por un mes y no habrá sexo —lo último lo susurro para que su pequeño no lo escuchara, pero la amenaza era mas poderosa que con eso el peli azul quedo en silencio—. Mi manzanita obviamente no me lo comí, el bebé está creciendo en mi vientre.

—No entiendo mami... —hablo confuso y triste a la vez, Degel suspiro no sabía cómo explicarle esto a su hijo.

—Una manera más fácil que entiendas sin hacer muchas preguntas —pensó—. Pues el bebé está en mi vientre, eso no significa que me lo comí, si no que... Como está muy chiquito tiene que estar en mi vientre resguardado en un lugar seguro para que crezca sano y fuerte como tú mi vida, así que lo tengo que tener aquí en mi vientre por nueve meses mi manzanita —el pequeño lo metido unos segundos, miro el vientre plano de su madre para empezar con sus preguntas.

— ¿Entonces está en tu vientre? —toco con sus pequeñas manitas el vientre de su madre.

—Si cariño y el estará creciendo durante nueve meses donde se estará desarrollando —tomo delicadamente el rostro del menor.

— ¿Entonces no te lo comiste? —el peliverde negó—. ¿Entonces cuándo podré jugar con él? —miro nuevamente a su madre.

—Cuando tenga por lo menos un año de edad —respondió con tranquilidad.

— ¿Por qué? —hizo un puchero.

—Por que como está chiquito le cuesta un poquito jugar contigo, pero estoy seguro de que tú mi manzanita serás el mejor hermano mayor para él, lo cuidaras y nunca lo dejaras solito, ¿Me lo prometes?

—Te lo prometo mami —sonrió, ahora tendría una nueva misión que sería cuidar de su pequeño hermanito—. ¿Y cómo se llama? —pregunto en su inocencia.

—Pues aún no lo sé manzanita.

—Camus —soltó el pequeño.

— ¿Hm? —lo miro confuso intentando entender sus palabras.

—Se llamará Camus —sonrió mirando a su madre.

—Está bien mi manzanita entonces tú pequeño hermanito se llamará Camus —sonrío.

Just Because Of You [Hiatus]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora