Just Because Of You [Hiatus]

XI. Imaginación

Había despertado, odiaba saber que volvería a abrir sus orbes azuladas, que ahora se encontraban grises. Le pesaban los ojos, había llorado aquella noche como las anteriores, ya ni sabía cuántas veces había llorado por lo mismo, más lo que sabía era que estaba cansado de eso, no soportaría mucho más intentar estar de pie, no podía, no tenía muchas razones para seguir, su razón de existir desapareció hace mucho tiempo, más aún recordaba cuál era, ahora ni le importaba saber. Se levantó de la cama descalzo, sentía el frío suelo en sus pies, se hecho un vistazo en el espejo y como siempre se le veía demacrado y con ojeras, también se veía muy pálido y su rostro solo expresaba tristeza y sus ojos solo demostraban vacío, como si no tuviera vida alguna, estaba cansado, su vida no era nada fácil, no recordaba la última vez que hablo con sus padres o que estos le demostrarán cariño, ya no lo recordada, hace tiempo que ellos había dejado a Milo en el olvido, más rara vez su padre lo llevada junto con su hermano en algunas partes, pero en alguna de ellas se olvidaron de él, ya estaba acostumbrado, desde hace mucho había dejado de dolerle, o eso era lo que él se hacía creer, más nunca dejo de pensar por qué sus padres eran así, por qué sus padres tenían que ser tan crueles con él, su mente siempre se preguntaba lo mismo, que había hecho mal, que había hecho para que sus padres lo odiara tanto a tal punto de ignorarlo y pretender que él no existiera, ¿Que había hecho el?, No había ni un solo día en el que él no se preguntara lo mismo, no había ni un solo día en donde no dejará de pensar el porqué, tal vez había hecho algo muy malo en el pasado para recibir ese castigo.

Había tomado una ducha rápida, vistió su uniforme y cepillo su corta y alborotada cabellera, estaba listo para enfrentar otro nuevo día, salió de su habitación y bajo las escaleras para llegar hasta la cocina, encontró a su madre aun preparando el desayuno, dijo un pequeño "Buenos días" quien el mayor escucho más tampoco respondió, el menor ya estaba acostumbrado a no recibir respuesta cuando se trataba de hablar con sus padres, se sentó en la mesa a esperar a que su madre terminara de serviles el desayuno. Había llegado su padre con su hermano muy alegres, les hecho una pequeña miradita para seguir mirando el mantel de la mesa en silencio, para darles otro pequeño "Buenos días" a ellos quien sólo Camus respondió a este.

—Buenos días Hermano —hablo el pequeño galo con una enorme sonrisa.

El mencionado solo asiente con la cabeza. El desayuno había empezado tranquilamente, los mayores contaban novedades al igual Camus, por una parte, Milo tenía muchas ganas de también comentarles algunas cosas o compartir un poco con ellos, más aún que lo hiciera estos casi no le prestaban la atención suficiente y solo lo desanimarían a seguir contándoles, solo se dedicó a escucharlos en silencio mientras desayunaba tranquilamente.

— ¿Nadie tiene algo más que decir? —pregunto el heleno mayor, los dos franceses negaron, Kardia poso su mirada en Milo quien estaba cabizbajo comiendo en silencio—. Milo, tienes novedades para decirnos —escuchar su nombre en los labios de su padre lo sorprendieron mucho, alzó su vista hasta el sorprendido, este le regalaba una sonrisa, Milo sonrió y un poco nervioso empezó a jugar con sus dedos.

—Si... Pues yo... En mi grupo estamos haciendo unos dibujos animados, la profesora dice que tengo mucho talento con el lápiz, y quiere que participe en un concurso en la escuela con un joven de otro grado —comento alegre.

—Vaya, te felicito hijo, quisiera ver esas animaciones —sonrió.

—Tranquilo padre, cuando llegue del colegio te las mostrare —sonrió de igual manera, era raro ver al peli morado sonreír y más para Camus, ya que esté siempre lo veía serio y distante.

—Mas te vale que sea así Milo —dijo sonriendo.

—Ah, se me había olvidado, es verdad padre, Milo y mi amigo Kal son los mejores dibujantes en animación y manga en el colegio, la otra semana se hará un concurso de dibujo y ellos dos van a participar contra otras escuelas —hablo el pequeño galo emocionado.