Capítulo extra

1.5K 84 7
                                    

TRES AÑOS DESPUÉS

Me monto en el coche tras meter las cosas en el maletero y lo primero que hago es abrocharme el cinturón, Kyron me mira desde el asiento del copiloto, esperando a que arranque el coche de una vez.

–¡Lleváis como una hora ahí dentro!– nos señala Kyron a Zoelene y a mí. Hemos estado un rato arreglándonos para el cumpleaños de Amie, ya que vamos a prepararla una fiesta sorpresa en su casa. –Recuérdame no fiarme de las chicas la próxima vez– dice, mirando a Auden por el espejo retrovisor.

Auden se encoge de hombros y me mira con ojos hambrientos desde el asiento de atrás: – Estás preciosa.

Sé lo que está pensando. El vestido que llevo me hace un escote de escándalo. Me lo compré hace ya tiempo, pero como me han crecido algo más las tetas desde entonces por fin me queda bien. –Gracias, corazón– respondo, guiñándole el ojo.

Zoelene permanece callada durante el camino. A pesar de que la conozco desde el primer año de universidad, sigue siendo igual de callada que siempre. Ahora, a punto de acabar la carrera, sigue siendo una de mis mejores amigas junto a Amie, que va un curso por detrás de nosotras.

Aparco el coche en la entrada de la casa de los padres de Amie y los chicos cogen todos los preparativos del maletero.

–Vía libre– dice Zoelene cuando se asegura de que Amie no está en casa.

Entramos con cuidado y empezamos a decorar el salón y el recibidor. Auden me agarra de la cintura cuando nos quedamos a solas en la cocina, haciendo que me gire para mirarle. –Estás de escándalo, Kay.

–Eso ya me lo has dicho antes– replico, guiñándole el ojo.

–Uf, es que no eres consciente de las ganas que tengo de llegar a casa y quitarte ese vestido– suspira.

Me río y le doy un manotazo en el hombro justo cuando entra Kyron en la cocina.

–Ty me ha dicho que acaban de salir del cine, así que no deben tardar en llegar– nos informa.

–Perfecto, esto está casi listo– digo, señalando las pizzas que se encuentran en el horno.

Kyron abandona la cocina y Auden continúa hablando. Ya hace cuatro años desde que empezamos a salir y aún no me puedo creer que hayamos llegado hasta aquí. Al principio de nuestra relación ambos éramos súper explosivos debido a la pubertad. Ahora, en cambio, hemos crecido como personas y como pareja. Hemos comprado un piso recientemente y en un par de meses acabaremos la universidad, nuestras expectativas respecto a nuestro futuro son altas, cosa por la cual no puedo estar más feliz. No puedo esperar a saber qué será de nosotros en unos años.

Salgo de mis pensamientos cuando empieza a pitar el horno, lo que nos indica que las pizzas ya están hechas. Auden las saca con cuidado y las pone sobre la vitro. Cuando escuchamos el sonido de la puerta nos dirigimos corriendo al salón.

–¡Sorpresa!– gritamos al unísono cuando una altísima Amie entra en casa junto a Tyler. Estos tres años le han sentado genial. Cada vez está más guapa y alta, al contrario que Tyler, al cual le está saliendo tripilla.

Amie pega un brinco del susto y nos empezamos a reír sin parar. Cuando se limpia las lágrimas de risa, empieza a llorar de agradecimiento. –Ay mis niños, ¡muchísimas gracias!

Nos abraza efusivamente uno a uno y las siguientes horas nos las pasamos comiendo y hablando. Cuando se hace de noche, acordamos irnos de fiesta y Amie nos lleva a su discoteca favorita. Cada vez tengo menos ganas de irme de fiesta, lo que es un claro indicio de que me estoy haciendo mayor.

Entramos en la enorme discoteca y apenas puedo escuchar lo que me dicen los demás. Los amigos de Amie de la universidad empiezan a llegar poco a poco y conozco por primera vez a Ezra, el hermano mellizo de Zoelene.

–¡Encantada de conocerte!– grito por encima de la música.

–¡Lo mismo te digo! Zoelene me ha hablado mucho de ti.

Auden también se presenta y me separo de ellos para ir a por bebidas.

–Un ron con cola, por favor– le pido al barman.

–Enseguida, guapa.

Voy siguiendo al barman con la mirada para asegurarme de que no me meta nada raro en la bebida hasta que me pone el vaso enfrente. Le pago y, cuando me voy a volver con mis amigos, el brazo de Amie me frena.

–Tía, ¡mira!– grita, ilusionada, levantando frente a mí su mano derecha, en la que hay un gran anillo.

Abro los ojos como platos y me abalanzo para abrazarla. –¡¡¡¡Enhorabuena, Amie!!!! ¡Menos mal que estamos en el mejor sitio para celebrarlo!– grito, brindando.

–¡Y tanto!

El resto de la noche nos lo pasamos bailando como locas. Cuando estoy destrozada de tanto bailar, Auden y yo nos despedimos del resto.

–Conduces tú– digo cuando salimos de la discoteca. Hoy no es que haya bebido mucho, pero como sé que él no ha bebido nada es más seguro que lo haga él.

–Sin problema.

Llegamos a casa en silencio. Entramos en nuestro piso nuevo, recién amueblado y ambos nos miramos cómplices. –Aún no sé cómo lo hemos hecho– dice, alegre de estar donde estamos.

–Ni yo. Pero este es solo el comienzo– sonrío a la vez.

–Quería que la ocasión fuese especial, pero el capullo de Tyler se me ha adelantado– comenta Auden algo que no consigo entender bien. Se arrodilla enfrente de mí y empiezo a llorar como loca al imaginarme lo que está a punto de suceder. –No llores, mi niña.

Me limpia la gran cantidad de lágrimas que me caen por las mejillas y saca de su bolsillo una pequeña cajita con la marca de una joyería. –Kay Gibson, desde que te conozco sólo he tenido ojos para ti. Me has hecho amar como nunca antes lo había hecho, me has enseñado a ser mejor persona, me has apoyado hasta la saciedad y has estado para mí tanto en los momentos buenos como en los malos. Eres, sin ninguna duda, la persona con la que quiero compartir mi vida, con la que quiero tener hijos, con la que quiero envejecer. Me harías el hombre más jodidamente feliz de la Tierra si fuésemos marido y mujer. Kay, ¿te gustaría casarte conmigo?

Lloro, lloro y sigo llorando. Los minutos van pasando y yo sigo llorando y llorando. –Sí, claro que sí– consigo decir entre sollozos.

Auden se levanta del suelo, me pone el precioso anillo en el dedo anular, y me abraza como si fuera la primera vez que lo hace. En este momento siento que no puedo ser más feliz. Tengo al prometido más maravilloso del mundo y a los mejores amigos que puedo tener.

–Acordé la fecha con Tyler para poder hacer una boda compartida, ya que sabíamos que a Amie y a ti os haría ilusión– confiesa Auden, emocionado.

–Te amo, Auden.

–Yo te amo más, preciosa– susurra contra mis labios antes de levantarme en volandas y llevarme a nuestro dormitorio.

****

¡Hola, lectorxs!

Aquí me tenéis después de mucho tiempo sin escribir sobre Kauden. Todo gracias a que ¡HEMOS ALCANZADO LAS 100.000 VISITAS! Cómo no sabía muy bien qué hacer para agradecéroslo he pensado que un capítulo extra de CMHNPF nunca viene mal :)

Desde aquí quería agradecer especialmente a todos mis lectores de ESPAÑA, ESTADOS UNIDOS, MÉXICO, REPÚBLICA DOMINICANA, HONDURAS, NICARAGUA, COSTA RICA, PANAMÁ, VENEZUELA, COLOMBIA, ECUADOR, PERÚ, BOLIVIA, CHILE, PARAGUAY Y ARGENTINA por el apoyo recibido. ¡¡Gracias!!

¡Con mi hermano no, por favor! ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora