La luz tenue de los pasillos del sótano le envolvía. Eran la pasadas las 5 de la madrugada y su respiración cada vez estaba más agitada. A pesar de que el edificio era nuevo, algunas luces parpadeaban y había un olor a rancio en el aire.
Era un pasillo no demasiado largo y al fondo se vislumbraba una pequeña mesa detrás de la cual parecía haber alguien que se estaba durmiendo, él supuso que era una enfermero o algún guardia de seguridad. Sus pasos cada vez eran más lentos, prácticamente arrastraba los pies por el suelo. A pesar de no haber demasiada distancia desde la puerta de las escaleras hasta la mesa de información, se le hizo eterno.
Efectivamente, detrás de la mesa había un enfermero echando una cabezadita.
-Di...Disculpe.- Tartamudeó.
El joven se levantó de un brinco. Primero miró a los lados, hacia donde se extendían más pasillos, y luego con muy mala cara al joven que estaba al otro lado de la mesa.
-¿En qué le puedo ayudar?
-¿Han ingresado a la morgue a una joven hará una hora y media?- Parecía que le costó un gran esfuerzo pronunciar todas las palabras, el temblor de su voz dejaba al descubierto su pánico.
-Sí, en un minuto vendrá una enfermera, espere.
En efecto, no tardó más de un minuto. La chica parecía demasiado joven. Él la miró y enseguida le recorrió un escalofrío por la espalda, tenía unos ojos verdes y era pelirroja, con el pelo muy rizado, recogido en una coleta. La enfermera se parecía demasiado a ella.
-¿Cree que podrá identificar al cadáver?- Su voz era dulce y muy suave, como una caricia a los oídos. Era muy agradable escucharla hablar en un momento de tanta tensión.
-Puede ser.- Si no fuera porque se encontraban en un pasillo completamente desierto y con un silencio ensordecedor, no se le habría oído.
-Acompáñeme.
La joven giró sobre sí misma y empezó a caminar. Se estaban dirigiendo por uno de los pasillos a los lados de la mesa, este era más largo que por el que vino. De vez en cuando, la pelirroja se giraba para comprobar que él la seguía, le sonreía. Muy irónico. Era posible que la chica muerta sobre la mesa metálica era una conocida o una familiar suya, una sonrisa en momentos así era muy inútil. Él caminaba con la cabeza gacha mirando el suelo, era gris, como el de la celda. Se preguntaba si alguien se había dado cuenta ya de que se había escapado.
Al fin llegaron a una puerta gris, supuso que te metal, con una ventana pequeña muy opaca. Primero entró la enfermera, él rozó la puerta con el brazo, estaba helada, como de hielo. Era consciente de que se encontraba en una morgue pero el olor a muerte le asustaba. Tenía el corazón muy acelerado. Justo al entrar vio muchas mesas, en algunas había un cuerpo tapado, pero había también muchas vacías.
La chica le condujo hasta una mesa. Primero levantó la mirada.
-¿Está preparado?
Él asintió con la cabeza.
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A través de tu cuerpo
Mystery / ThrillerRELATO CORTO Tras su muerte, que aún le queda por descubrir la causa, la forma y el momento, él queda aterrado. Pero ¿la verdad cual es? ¿Quién lo hizo? Fuera quien fuese, él llegará al fondo del asunto, al fin y al cabo, todo lo empezado con ella é...