Reality [VKOOK] {Bts}

Jungkook Reality

La película terminó con un final abierto. Jungkook lanzó el cojín que había estado agarrando con fuerza a la otra punta de la sala. Le había encantado la película pero se había quedado con ganas de más. Igualmente ese tipo de finales eran de los que más le gustaban. Podía imaginarse el final de la historia por su cuenta y había infinitas posibilidades para elegir.

Cerró los ojos y se concentró. Cuando los volvió a abrir se encontraba en el banco del parque de la película. Una chica se acercaba a él con una sonrisa y le tomaba de la mano.

- Vamos a cenar juntos - dijo. Jungkook asintió y los dos fueron hasta un lujoso restaurante que obviamente pagaría él, ya que era millonario.

Entonces le vio. El apuesto superheroe sin la máscara entraba con la cabeza baja y la ropa de marca en el restaurante.

Jungkook se levantó y corrió hacia él, ignorando a su amiga de la infancia.

- Señor. Siento mucho lo de su padre. Pero tiene que pensarlo ¿sí? No puedes dejar de ser superhéroe. Sé que has dicho que te lo pensarías y que no sabías si volverías, pero tienes que volver. La ciudad te necesita.

- Aquí hay mucha gente, mejor hablemos en otro sitio.

Una cosa dio a la otra y al final, el superhéroe aceptó su propuesta. Para agradecerle, le dejó en casa de su amor platónico donde Jungkook aprovecharía para conquistarle y...

- ¡Jeon Jungkook te estoy hablando!

Jungkook parpadeó varias veces encontrándose con su madre delante suyo en la mesa de la cocina. Los cuatro se habían reunido a cenar, pero Jungkook se había dedicado a estar en su mundo imaginario todo el tiempo.

- Perdón omma, ¿qué decías?

- Seguro estaba pensando de nuevo en el Justin Bibber ese. No entiendo como le gusta tanto - dijo en bromas su hermano.

- Ya, cuando estés hablando de nuevo de Emma Watson te diré lo mismo, hyung.

- Con Emma Watson ni media.

- Pues con Justin Bibber ni cuarta.

- ¿Quieres pelea renacuajo?

- Si tanto lo deseas...

- Chicos - su padre les miró de forma recriminante.

- Solo bromeabamos, appa. Ya lo sabes - se excusó el mayor.

- Ya, pero no me gusta que discutan. Ni siquiera en bromas. Deben de querese, son hermanos. Recuérdenlo.

- Como si no quisiera ya suficiente a este enano soñador.

- Ni yo a este amargado mujeriego - añadió Jungkook. Los dos rieron y la cena continuo así durante un rato.

Al fin, Jungkook pudo tirarse de nuevo en su cama a dormir. Aquella era su vida, aquella era su realidad. La que podía transformar a su antojo solo porque la realidad que él vivía no era de su gusto.

De nuevo, se encontraba contra él asfalto de la acera. Le dolía la rodilla y la lluvia hacia escocer sus heridas.

Él no quería aquello. Él solo quería tener un bonito romance o una adolecencia de película. Él quería lograr sus sueños y ser respetado por todos. Él no quería que aquellos matones le estuvieran pegando de nuevo solo por ser él más listo y respetuoso con los profesores de la clase. Él no quería ocultarle a todos los seres queridos que poseía su terrible y cruel realidad. Él no quería herir a las personas por sus sueños estúpidos.

Una mano se posó sobre su hombro sacándole de sus pensamientos. Él se giró para observar la sonrisa cuadrada de quien se encontraba en el pasillo del autobús.