Equinoccio | Albalia

Prólogo | Invitaciones

Barcelona, 1922

Como cada año, la Gran Gala Benéfica del elegante, sofisticado, y sobre todo, exclusivo Club Social Altmar, se celebraba por bombo y platilllo por toda la ciudad. Semanas antes, los cuchicheos y rumores en salas de té y elegantes cafés del Parellel se tornaban hacia quienes serían los que percibirían las ansiadas invitaciones del Club. Siempre asistían los personajes de moda de la ciudad, y por qué no también, de todo el país.

Las familias más adineradas, influyentes y poderosas, se aglutinaban una noche en la mansión en lo alto de las lomas del Monjuic, en una fiesta pseudo benéfica, donde más que ayudar a los más desfavorecidos, solo se buscaba en mayor bien propio.

Burgueses y aristócratas, nobles de mayor y menor rango, empresarios y artistas, todos, reunidos en la gran mansión del Club, todos, se unian una vez al año en aquella gala que terminaba siendo la mayor de las fiestas, donde el alcohol, las burbujas y la música terminaban por llevar la fiesta hasta el amanecer.

Justo una semana antes del evento, un sobre azul y plateado llego sobre una bandeja a la mesa del salón principal. El mayordomo anunció el correo, y el patriarca, sentado a un lado de la mesa, elevó la vista de su periódico matutino para leer el anverso del sobre.

"Para: Familia Lacunza"

El hombre elevó media sonrisa.

-Hijos, el próximo fin de semana iremos al Club Altmar. Pensad en ir eligiendo vuestras mejores ropas.

Justo al otro lado de la larga mesa, la mayor de los tres hijos bebió de golpe se café, malhumorada, abrasando su garganta de paso.

"Esa maldita gala otro año más..."

Al otro lado de la ciudad, sin embargo, el recibimiento de tal ansiado sobre fue mucho más diferente. El correo había llegado hace horas, pero entre los paquetes de la mudanza, y las idas y venidas del personal de la casa, el sobre azul y plata había sido relegado sobre una cómoda en la entrada, perdido entre otras muchas más cartas.

No fue hasta que una de las hijas de los nuevos dueños de la casa poso una pesada caja de libros sobre la cómoda, que reparó en aquel extraño sobre.

-Mamá, ¿todo este correo lo hemos traído de Valencia?

La madre se apresuró a llegar donde la mayor de sus dos hijas estaba. La muchacha rubia ojeaba las cartas, deteniéndose en uno de mayor tamaño y tono plateado.

-Para: Familia Reche.-Leyó en alto a su madre, ya a su lado. Después giró el sobre.- De: Club Social Altmar.

De repente, la mujer palideció, y agarró instintivamente la mano de su hija.

-Alba, no sabes lo que esta invitación supone para nuestra familia. –mirándola a los ojos con una sonrisa de oreja a oreja, la madre desapareció escaleras arriba, en busca de su marido para dale las buenas nuevas.

La hija mayor de la familia Reche quedó sorprendida por la reacción de su madre. Y ahí quedó, sumida en sus pensamientos y dudas, con la invitación en la mano y pensando qué de especial tendría aquella gala, y que narices haría ella en un evento como ese en una ciudad tan nueva para ella como esta. 

¡Hola! ^^ Bienvenidxs a esta historia!!!! Como habéis podido ver, es un poco más extraña de lo que se puede ver por aquí en cuanto a fics de Albalia (<3) Me encanta la década de los años 20, y el otro día pensé, ¿Cómo quedaría que estas dos pares de pencas se hubiesen conocido en las circunstancias de esa época? Y salió esto jajaja Perdón de ante mano por las inconsciencias históricas, pese a que me intento informar siempre que puedo, de algunas cosas tengo que tirar de invenciones para que la historia se pueda entender mejor.

Esto es un pequeño adelanto, para que nos vayamos situando en el contexto histórico y social que he planteado. En mi perfil dejo mi Tw, por si alguien esta interesadx lol

Nada más, si veo que esto coge tirón, subiré el próximo capítulo en un par de días jajajaja

Un saludo a todo aquel que haya llegado hasta acá y eso, seguid shippeando como buenxs pesetas!!