Capítulo 2

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 Entre las paginas leía un escrito vano de algo que pensé alguna vez tener, ¡ese amor que siempre soñé, pero que ninguna mujer me ha demostrado querer, y que yo tampoco he decidido buscar, creo que el placer me segó pero me dejo la vista para ver como ciertas caderas se movían en mi regazo, subían y bajaban en mi montaña rusa, y cuando se acababa el viaje terminaban extasiadas! Pero terminaban odiándome. Así como se ve suena, así de complejo y simple es llegar a un mundo orgásmico.
Pero ahora después de la emoción de estas palabras no tiene caso, ya dije algo que no debí decir. Ahora vuelvo a los planos que revisaba como podía, deslizándolo.

De la nada apareció una silueta al reflejo del vidrio de la entrada de la biblioteca, acto seguido la silueta se movió en dirección a la entrada, la campana de la puerta sonó.

- Hola, ¿es aquí que necesitan un ayudante? Sabía que había visto a esa chica, pero no recordaba donde.

- Si, aquí es. Me permites tu currículo.

- La verdad es que no creo que sea buena idea, mejor me voy.

- No espera. Saque mis manos de detrás del mostrador. Su asombro por mis manos fue notorio. - ¿pasa algo? ¿Por qué pones esa cara?

- Enserio, no tiene caso, no tengo experiencia laboral. Nunca he trabajado.

- ¿En el letrero dice que lo necesitas?, esto es una biblioteca y me vas a ayudar lo de mis manos, pero no es nada del otro plantea. Así que si es por la experiencia laboral no te preocupes. Si te interesa ven mañana y vemos lo de tu sueldo y las cosas que tendrías que hacer.

- Está bien, ¿a qué hora?

- ¿Te parece a las 9?

- De acuerdo. Sonrió levemente.

- ¿Te he visto en algún lado?

- No, nunca me has visto. Dijo algo cortante y se marcho

- ¡Está bien!

Esta es la parte en la que me quito los lentes, me doy una dosis y le caigo bien a la chica, le digo las cosas que le gustan, si tiene novio la pongo a dudar de si él es el correcto, digo lo guapa que es hasta el cansancio y le invito algo de preferencia un trago de lo que sea, dos horas después estamos en la cama de un hotel haciendo que suba y baje en mi montaña rusa. Pero mis manos no sirven para nada y ellas son el comienzo de cualquier orgasmo.

La filosofía se volvió obsoleta ante su cuerpo, trate de describirla pero mis manos no me lo permitían, mi imaginación jugaba con cada uno de sus cabellos, era como un niño en una parque de diversiones o cuando ganaba en un video juego, casi una fantasía animada cuando pensaba en ella, veía su silueta antes de entrar a la biblioteca y mis lentes no fueron necesario para ver que tan bella era, la máquina de escribir, necesitaba para que todas estas palabras salieran de mi cabeza, pero la quería a ella.

Desde el momento en que habló de querer el trabajo se lo di, la biblioteca es una herencia de uno de mis abuelos, disfruto cada momento aquí aunque se haga corto el tiempo cuando estoy aquí, ahora es un poco más largo porque no estoy escribiendo, pero sé que ella iluminaria la noche más oscura, apostaría a ella, a mí no tanto porque sé que así no le gustaría a nadie, aclaro y recalco, así como todo un nerd, no le gusto a nadie, y de seguro que tiene novio.

Creo que nunca antes había anhelado que pasara rápido la noche, incluso esas noches en las que el dolor en mis manos era más que fuertes. Era solo verla, pedirle su número o que se yo.

Dedos de tinta, pieles de papelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora