capítulo 5

9 1 0
                                    



 Tomé lo que había aprendido y le aumenté la intensidad siendo dos personas en una. Llegué a la universidad con la tranquilidad que me caracterizaba, pero en el año que estuve allí, inaugure la montaña rusa con más juegos y sobre todo con más altura, lo sorprendente es que fue más visitada de lo que esperaba, al finalizar mi primer año me llamaban dedos mágicos, por los orgasmos y por los escritos que plasmaba en algunas pieles.

Deje la universidad, y Salí con más de lo que lleve, el motivo por el cual abandone es porque no estaba cómodo y mi abuelo había muerto dejando la biblioteca a mi cargo.

Empecé a usar mariguana, y luego un poco de cocaína, solo para volar en unos labios que no me interesaban más que para una noche, y me olvidara de su nombre mas no de los placeres que le había causado al llevarla a conocer los placeres que mis dedos estaban dispuesto a mostrarle en cada toque.

Ahora soy el nerd con una vida doble a la mitad, que hace unos meses no tiene sexo y se está enamorando de la chica que lo ayuda en la biblioteca. Además de estar amenazado por una "ella" que lo mando a golpear y de la que me debo cuidar. Creo que es alguna de esas que mencione sin decir su nombre. Ahora quiere vengarse o que se yo.

Algo para el dolor y una buena noche de sueño para recuperarme un poco, y más que debía visitar a mi tío. ¿Ahora con que tendré que vivir?

A la mañana siguiente fui donde mi tío, al menos no fue nada grave algunos golpes en la cara y demás, mis dedos se habían librado de ser más perjudicados.

Luego de eso el me invito a comer, después solo quedo irme al departamento, no iba a hacer nada más. Más aburrido y no se puede. La única diferencia en lo que hago siempre es que ya no tendré rutina, no me puedo fiar de nada, y menos cuando no sé quién es "ella", tampoco sé que esperar de la misma, de ahora en adelante me cuidare, la suerte no siempre estará conmigo. Y empezaré hoy, me iré en transporte público...Eso pensaba.

- ¿te llevo? Me dijo una voz de chica desde un auto mientras bajaba el cristal, dejando ver el reflejo de mi cara toda golpeada en sus lentes para el sol.

- ¿Emma?

- ¿vienes o no? Estoy estacionada en el parqueo de discapacitados y no quiero afectara a alguien. Subí al auto, al asiento del copiloto para ser exactos. Ella arranco de inmediato.

- ¿Qué hacías por acá?

- Fui al departamento de tus abuelos y me dijeron lo que te había pasado, espere un rato pero como no llegabas, pensé que te había pasado algo.

- Estoy salado! Lo sé.

- Jajaja. Que conste que fuiste quien lo dijo. Creo que deberías lanzarte despalda en la playa.

- No es mala idea.

- Vamos entonces!

- ¿Qué? No quiero ir a la playa

- ¿A dónde quiere ir Ben?

- ¿Te soy honesto?

- ¡Por favor!

- Quiero ir por tus labios. - - No le diría eso. Jaja, ¿donde quieras llevarme?

- Está bien.

Condujo alrededor de una hora, nos detuvimos a comer en medio de la carretera, le pregunte un par de veces a dónde íbamos pero no quiso revelarme el lugar de la guarida secreta. Jajaja.

Dedos de tinta, pieles de papelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora