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Kendall Roberts
Había decidido pasar una parte de la media mañana en mi habitación, editando las fotos de esta mañana con una taza de café y un pedazo de pastel. Prácticamente estaba trabajando, pero quería fingir que era un momento de relajación ya que estaba haciendo algo que amaba. Me detuve en una foto donde estaba todo el mundo, e hice un zoom hacia el rostro de alguien.
Mentiría si dijera que él no llamó mi atención de una manera que hasta a mi me sorprendió. Nadie había llamado mi atención desde que conocí a mi exnovio, era una adolescente que quedó deslumbrada por el, pero ahora eran años más tarde donde un chico con el que solo cruce pocas palabras, que sin embargo se había encargado de descolocarme un poco y que una pequeña sonrisa se formara en mis labios viendo su foto.
La pantalla de mi computador dejo ver el icono de Facetime junto a la foto de Mia, cerré el documento después de guardarlo y contesté la llamada de mi mejor amiga. La rubia me sonrió y pude notar el fondo de su habitación.
—Dime que no estoy llamándote de madrugada—me pidió y negué—Comunicarme contigo es difícil, debería aprender a hacer los cambios de horario.
—Deberías—le respondí.
—Dime como esta todo, debes ser mi fuente de conocimiento en Milán—puse los ojos en blanco y ella se rio—No hagas eso, debes de darme un resumen rápido de tus días allá.
—Es lindo—alargue la última letra—Tengo una linda habitación, con vistas a la ciudad para mi sola, además que he tomado demasiadas fotos que me enorgullecen.
—Esa es mi mejor amiga—me dijo con una sonrisa, pero conocía lo suficiente a Mia para saber que detrás de ese gesto había una historia detrás, no le respondí esperando a que continuara—Bien, tuve una cita con un chico de mi clase.
— ¿Y salió como esperabas? —le pregunté y ella se encogió de hombros con una sonrisa—Puedo concluir por esa sonrisa que estas feliz ¿Verdad?
—Si, pero no esta esa chispa.
— ¿La chispa? —puse los ojos en blanco—Debes de dejar pensar en esa chispa.
—No me culpes, Kendall—me reprendió—Quiero un romance que me de esa chispa, pero mientras tanto sigo con mi vida.
—Tu lista.
—Mi lista, espero no tener que añadirlo, sería demasiado triste ya que es bueno—negué lentamente— ¿Y tu? ¿Algo nuevo además del trabajo?
—Pues...
Alargue la última letra con una sonrisa, como Mia tenia la costumbre de querer agregarle misterio y expectativa a las cosas.
—Hay un chico, bueno no lo hay—me retracte— ¿Tal vez? No lo se, solo se que me llamó la atención.
